lunes, 31 de enero de 2022

PINTURA: BENITO QUINQUELA MARTÍN


Benito Quinquela Martín (1890 – 1977), es un pintor y muralista argentino, principal miembro del grupo de pintores de La Boca, el barrio portuario de Buenos Aires en que nació y al que siempre permanecería vinculado. Con un estilo naturalista, la temática de su obra giró, sobre todo, en torno a los barcos y las labores del puerto, plasmando por igual la belleza de sus estampas y la dureza de las condiciones de trabajo.

El barrio de La Boca significó un especial deslumbramiento para Benito. La Boca era una babel, no solamente por la mezcla de lenguas, sino por la multiplicidad de culturas. Había italianos, japoneses, chinos, griegos, turcos, uruguayos, yugoslavos, negros. En "Día de sol en la Boca” (1945) las figuras humanas, aparecen en ordenada procesión acarreando pesados sacos. Parecen un ejército de hormigas en su particular y tórrido infierno laboral. Un cielo celeste alegre con algunas nubes blancas casi todas de igual tamaño. A la misma altura asoman chimeneas largas y oscuras. Emanan mucho humo gris y están ubicadas entre edificios, casi una chimenea por edificio. Algunas no se ven, pero sí está presente el humo subiendo por entre las nubes.

Se pueden adivinar algunas grúas de carga de un color óxido-marrón. Una sola se ve en forma completa y tiene una cuerda con un contenedor colgando. Delante de los edificios y parados sobre una dársena amplia de color rosa están los obreros trabajando. Todos ellos son formas humanas pintadas en marrón oscuro o negro, siluetas reforzadas por la intensidad de la pincelada. Cada uno parece trabajar ya sea más cerca de los galpones o más cerca de los barcos de madera.

Los barcos son nueve y están sobre el riachuelo bordeando la dársena. Tienen un tamaño mediano y están pintados con llamativos pigmentos. Su color se refleja en el riachuelo gris de aguas quietas. En un primer plano, al pie del cuadro, dos de los barcos están unidos por un puente de madera. De barco a barco, hay tres obreros que transportan una caja grande y pesada cada uno; caminan totalmente encorvados. Es la terrible dureza de unas vidas que el arte se atreve también a convertir en belleza. 

EL MEJOR JUGADOR DE BASKET DE LA HISTORIA


En los últimos tiempos se ha puesto de moda el término "GOAT" para designar a todo aquel que se erige como el mejor de cuantos practican o han practicado un determinado deporte. Así, gente como Messi, Federer, Tom Brady, Diana Taurasi, Serena Williams o Tiger Woods han sido honrados con ese acrónimo que se refiere al mejor o la mejor de todos los tiempos (Greatest Of All Time) en el deporte que les encumbró. En el basket, muchos lo asocian con Michael Jordan, el que consideran como el mejor jugador de todos los tiempos, y precisamente, el primer deportista honrado con ese título. Pero están equivocados, porque fue otro quién dio forma e importancia a tan elevada distinción. 

Earl Manigault era lo más parecido a un cajón de sastre. Una infancia sumida en la  pobreza y una edad adulta plagada de malas decisiones, droga y cárcel incluidas, forjaron al que para muchos fue, es y será el verdadero G.O.A.T.  Y es curioso que, el tipo al que gente como Kareem Abdul Jabbar o Earl "la perla" Monroe señalaron sin dudar como el mejor jugador que jamás vieron, nunca pisó una cancha de baloncesto profesional. Jamás se ganó la vida con aquello que le apasionaba, con aquello para lo que tenía un talento innato, unas habilidades casi inhumanas. Cuentan los que le vieron en el Rucker, la mítica cancha urbana neoyorkina, que con sus apenas 185 centímetros, era capaz de saltar por encima de gente más alta o que desafiaba a la mismísima ley de la gravedad manteniéndose suspendido en el aire cuando todos los demás iniciaban el descenso.

Manigault fue Julius Erving antes que Julius Erving y Jordan, mucho antes que Jordan. Esas habilidades que nos asombraron en el Dr. J. y en "Air", Manigault ya las mostraba e incluso, las mejoraba. Muchos jugadores profesionales visitaban el Rucker para medirse ante la sensación Manigault y el resultado era el mismo: Derrota. Earl era el rey del 'street basket', un tirano que no se cansaba de humillar rivales, de masacrarlos deportivamente jugando en la calle. Era el rey de Harlem, el rey del Rucker Park y nada ni nadie podía desbancarle. 

De ahí nace el apodo, GOAT, lo que no queda claro es el motivo para tal nombre. Unos apuntan al significado de sus siglas, otros a que debido a su capacidad de salto le apodaban así por el animal, la cabra (Goat en inglés) y otros, los que menos, por un error de pronunciación de su apellido. Así Manigault lo pronunciaban "Manigoat" y luego lo redujeron sólo a Goat. 

Sea como fuere, Earl Manigault es digno propietario del acrónimo, lo es porque otros que pudieron reclamarlo lo señalaron a él como el mejor de todos. Lo es porque aún hoy, su apellido es capaz de evocar una sonrisa en aquellos que le vieron volar en las canchas asfaltadas de New York, porque aún hoy y en su Harlem, es recordado y respetado incluso por aquellos que por edad jamás le vieron. Lo es porque sigue siendo sinónimo de espectáculo, de baloncesto puro, el que se juega por pasión. Baloncesto alejado de tácticas, de sistemas y corsés, baloncesto salvaje, baloncesto de la calle. 

Habrán muchos G.O.A.T en la historia, pero el primero y genuino siempre será Earl Manigault. Esta película cuenta su vida:




POESÍA: RECUERDOS



Aquella vieja cocina

de la casa de campo

donde vivía mi abuelo

ejerciendo de medianero, 

impregnada de aromas

de despensa,

entre gofio y queso,

entre frutas y verduras

recién recogidas

de la huerta de fuera.

Ese aroma de antes

cuando todo era nuestro

por la raíz y la sangre.

Cuando el vino más rojo

brotaba de la barrica

y la más blanca harina

se transformaba en pan,

cuando las gallinas

ponían los huevos

donde les daba la gana

y se dormían al atardecer 

entre las ramas

del árbol que lucía

su esplendor en el patio, 

cuando todo era hermoso

por lo pequeño y sencillo.

Sagradamente al margen

del resto del mundo, 

en una vida en extremo dura,

pero vivida desde la paz

del que está en comunión

con lo natural que le rodea. 

domingo, 30 de enero de 2022

AFORISMOS

 


. Las palabras son semillas cargadas con el silencio de los mundos.

. El arte está a mitad de camino entre la rebelión y la revelación.

. La palabra es un ser vivo, depende de como la usemos será homnívora o carnívora. 

. Escribir es reconocerse en lo desconocido.

. La inspiración, ese trallazo de luz en las tinieblas de la inteligencia.

. Yo no tengo teorías, tengo poemas.



REFLEXIÓN: IRRELEVANTES


Hoy entro justo en la mitad de la sesentena y me apetece hablar de la gente de mi generación. Muchos aún están en su mejor momento de forma y fondo en oficios donde sabe más el diablo por viejo que por diablo y vale más maña que fuerza. Tienen tablas, criterio y agenda llena de contactos de los buenos. Algunos tienen a los críos criados, la hipoteca pagada y casa en la playa, vale. Pero otros son aún la mortadela del sándwich, sepultados entre la losa de unos padres que ya no se valen y unos hijos que aún no pueden volar porque la situación no lo permite. Algunos andan estos días tarumbas perdidos. Por una parte escuchan que tendrían que trabajar hasta los 70 para cobrar la pensión íntegra, y por otra, sus empresas les invitan a irse a casa hoy con un buen acuerdo, o seguir currando y arriesgarse a que mañana vengan peor dadas. Lo que nadie les dice pero todos piensan es que ya no interesan y que en el pecado de ser boomers llevan la penitencia. No haber nacido tantos, ni haber peleado tanto por sus derechos, les reprochan sin decírselo. Así van creciendo las nuevas hordas de prejubilados voluntarios a la fuerza. Otros, ni eso. Porque por haber trabajado sin estar dados de alta en la seguridad social, se ven obligados a apurar hasta el último segundo de su vida laboral para no quedarse para los restos con una pensión de mierda. Y luego, a reiventarse con ganas o sin ellas. Apuntándose a senderismo para conocer gente porque muchos, de vuelta a casa tras décadas viviendo en el tajo, se dan de frente con una vida que nunca les permitieron vivir y se quedan aislados. Sintiéndose a la vez envidiados y ninguneados. Mirados con recelo por cobrar, retirados, lo mismo o más que otros deslomándose en curros de mierda. Así, también, están las cosas en nuestro Primerísimo Mundo. Y eso que la pandemia lo ha puesto fácil al llevarse por delante solos, ahogados bocabajo en las UCI, a cientos de miles de viejos con el consiguiente ahorro en pensiones. Será por poner las barbas a remojo cuando ves arder las del prójimo. Pero en todo esto pienso cuando me pongo de ejemplo. Y en lo irrelevantes que somos todos.

POESÍA: BALANCES


El debe y el haber:

doble columna

que el tiempo va asentando

sobre el libro de cuentas

de los días

con mano minuciosa

y rigor que no admite

apelaciones.

Tarde ves el balance,

las deudas, los desfases,

las pérfidas movidas

del contable que hizo

que aquel cruzara

muy temprano

y ese otro muy tarde

por tu vida.

Y está lo que no ves,

lo consignado con miserables 

tintas invisibles:

la puerta que tocaste

diez minutos después

de alguna despedida.

La voz que nunca oíste,

la calle no cruzada,

el paradero en que tuviste

miedo de bajarte.

Y en un rojo indeleble,

la cadena de tratos,

pactos y traiciones,

la irreversible línea

que te suma y te resta,

la que te multiplica

y te divide.

sábado, 29 de enero de 2022

CUENTOS MÍNIMOS: NÁUFRAGOS DE LA VIDA


Le advertí que para el carné de patrón de yate mejor un curso presencial y ella que no, que ahora la formación online es lo “trending topic”, que además cuesta menos, por economizar. Y luego pasó que nos pilló una tormenta en alta mar, y ella con el móvil sin batería y ahora cómo le pregunto al tutor qué se hace en estos casos, se excusó. Total, que nos tuvimos que morir rapidito porque del yate, nuevo de trinca, quedaron apenas los dos botes salvavidas que, vaya retintín, no salvaron la nuestra. Al menos nos sirven para pasear por las tardes por este mar en blanco y negro, donde no hay horizonte y los peces están más tiesos que nosotros. Y yo que le digo que cabemos juntos en la misma barca, por economizar, y ella que no, que cada uno en la suya.

Creo que me guarda rencor por algo, pero no está por verbalizarlo. Solo me habla para corregirme con palabras pedantes diciendo que no estamos muertos, que qué vulgar, y que se dice que estamos finados o que hemos sucumbido. Luego si le digo que me están sucumbiendo las uñas de los pies me llama hortera, que lo que me pasa es que se me están pudriendo con tanta humedad, y que no la insulte que no es pedante, que si habla con lenguaje ampuloso es porque hizo un curso de escritura creativa. Online, claro. Pues a mí no me quedan uñas pero a ella se le cae el pelo y le canta el aliento, y no se lo digo para no agraviarla, porque ella será una fenecida ampulosa pero yo soy un fiambre con educación. Solo algunos días se la ve más cariñosa, parece que añora cómo éramos en vida. Entonces me pone ojitos, estira el brazo y yo, que aun la quiero, me siento como en el cielo al cogerla de la mano.

OPINIÓN: SOMBRA Y LUZ


Dos leyendas de la música, Eric Clapton y Neil Young, encarnan esta semana las luces y sombras de las redes sociales, su poder y sus riesgos.

La sombra. Clapton concedió una entrevista a un canal de YouTube llamado The Real Music Observer, pero en la charla hubo poca música, mucho coronavirus y casi nada de realidad. El guitarrista aseguró, entre otras cosas, que los vacunados lo hicieron “hipnotizados” por la “publicidad subliminal” lanzada por las farmacéuticas a través de la misma plataforma: YouTube. Sus declaraciones tienen partidarios y detractores —que inventaron el término #covidiot, o sea, covidiota—. Su música sigue sonando como los ángeles que lloran en el cielo, pero se le ha atascado la letra.

La luz. Cuando aún no nos habíamos recuperado del disgusto de ver a un genio decir una idiotez, vino Neil Young a salvarnos. El cantante irrumpió en la lista de temas más comentados en las redes al lanzar un ultimátum a Spotify: o eliminaban el podcast del cómico Joe Rogan, otro abonado a las teorías conspirativas y antivacunas, o él retiraba su obra, 60 años de canciones, de la plataforma musical. “Los jóvenes creen que Spotify nunca ofrecería información gravemente incorrecta. Desafortunadamente, están equivocados. Se venden mentiras a cambio de dinero. Me di cuenta de que no podía continuar contribuyendo a la potencialmente mortal desinformación de Spotify”, explicó. “Pueden tener a Rogan o a Young. No ambos”, añadió.
La plataforma eligió al cómico; la media de audiencia de cada capítulo de su programa es de 11 millones de oyentes. Su público le ha oído contar cómo se trataba la covid con un medicamento veterinario desaconsejado para humanos y entrevistar a un virólogo, Robert Malone, cuya cuenta había sido eliminada por Twitter porque, entre otras cosas, comparaba la campaña de inmunización en EE UU con el Holocausto.

El éxito de propagación de las palabras de Clapton evidencia uno de los principales defectos de las redes: la confusión de fuentes. Los medios de comunicación tradicionales están obligados a informar con rigor, y eso empieza por acudir, en cada asunto, a la autoridad o referencia más competente. En el caso de una pandemia, por ejemplo, un epidemiólogo. Un artista no puede informar sobre el coronavirus, sí opinar, pero su popularidad, sumada a un arma de difusión masiva, provoca a menudo que se tome una estupidez —vacunación por hipnosis— como una posibilidad.

La contundente reacción de Neil Young habla, por su parte, del valor de los gestos. El artista tampoco es una fuente adecuada para hablar de la pandemia, ni puede resolver el problema de la desinformación, pero sí llamar la atención al respecto. Young entiende que su fama implica una responsabilidad, sabe que mucha gente lo escucha y por eso no quiere “contribuir” a desinformar a su audiencia compartiéndola con un antivacunas. Al abandonar Spotify, que cuenta con 165 millones de suscriptores en todo el mundo, el artista, de 76 años, pierde el 60% de las reproducciones de su obra y sacrifica la posibilidad de acercarse masivamente al público más joven.

Young ya demandó a Donald Trump por usar canciones suyas en sus mítines —“No puedo permitir que mi música se use para una campaña de ignorancia y odio que divide a los estadounidenses”—; y se desvinculó de Facebook y Google por entender que facilitaban la circulación de “falsedades y mentiras”. Nunca han sido baratos los principios. 


POESÍA: VIOLENCIA


Reapropiarse del lenguaje

implica haberlo poseído

y sabe que nunca fue suyo.

Decir es hacer.

Pero no puede decir

fuera de, antes de,

al margen de su lengua.

La misma lengua.


Ella lo intenta:

Calambre en el estómago. 

Cremallera rota. Arañazo.

Y tiene miedo de estar

creando las escenas

al decirlas,

no revivirlas, sino creándolas.


¿Cómo hemos conseguido

que sospeche de si misma?


Lo repiensa:

Gritos.

Cadena del bolso arrancada.

Vidrios rotos.

Y siente la ansiedad

del desgaste,

la duda de la traición.

El mal gusto de una mala 

película de sobremesa.


 ¿Cómo hemos conseguido

la lealtad a la culpa?


Y se detiene:

Temer a cómo suene el relato.

Al flácido latigazo de la palabra.

Al eco desvirtuado de la sangre.

Temerse a sí misma,

a su cabeza, a su angustia.

Al dolor puesto en duda

en boca ajena.

Dudar de sí misma.

Dudar del dolor.

Amar lo que no debió

nunca ser amado.

viernes, 28 de enero de 2022

EL MITO DE PERSÉFONE

Perséfone, de Dante Gabriel Rossetti

La historia de Perséfone (o Proserpina para los romanos) explicaba el paso de las estaciones en la mitología clásica. Perséfone, hija de la diosa de los cultivos, fue raptada por Hades, dios del Inframundo, mientras cogía flores en un prado. La tierra se abrió y por ese recoveco, el dios del mundo de los muertos se llevó a la hermosa Perséfone. Durante días, su madre Deméter la estuvo buscando, descuidando así los cultivos y la naturaleza. Deméter imploró ayuda a Zeus, quien, viendo el efecto devastador de la tristeza de la diosa sobre la naturaleza, decidió ayudarla. Irían a recuperar a Perséfone, que podría abandonar el Inframundo siempre y cuando no hubiese comido nada.

Pero Perséfone había comido varias semillas de granada. Es evidente el paralelismo con Eva: ambas comen de un fruto prohibido obteniendo así un castigo, una condena de por vida. También cabe decir que la granada, al igual que la manzana, tiene connotaciones sexuales a nivel iconográfico.  

Entonces Zeus y Hades acordaron que la joven Perséfone podría irse durante unos meses al año, pero el resto del tiempo tendría que pasarlo con él. El mito cuenta que durante los meses que la joven estaba con su madre Deméter, las tierras y los cultivos eran abundantes, pero que cuando ella volvía al Inframundo, el frío y la escasez llegaban a la naturaleza. Así explicaron los griegos las estaciones: mientras Perséfone permanecía con su marido, su triste madre descuidaba la tierra, dando paso al invierno y al otoño, pero cuando su hija volvía, la alegría que irradiaba llegaba a cada rincón, a cada raíz, haciendo el mundo florecer con la primavera y el verano.

POESÍA: ESPECTROS


Nacen cuando la noche.

Se manifiestan 

con los ruidos misteriosos

de todas las ausencias

y nos hablan

en críptico lenguaje

sobre el pasado.

Mortifican sus voces

porque orean sucesos

sin sentido.

Tienen las manos frías,

nunca acarician,

entreabren dormidas

cicatrices.

Cumplen citas

en horarios absurdos

a las que acuden

ecos semejantes

que uno procura

ignorar sin resultado.

Desde la sombra,

ruido contra ruido,

envidian la fortuna

de estar vivo,

justifican el deseo

de abolir lo que suponen

que son nuestras riquezas.

Es necesario explicarles

que carecemos

de méritos sobrados,

que la mayoría

vivimos con lo justo

y que no pueden asustarnos

porque sabemos

que el verdadero daño

lo causan los vivos. 


REFLEXIÓN: ¿ALEGRÍA DE VIVIR?


Está durando tanto esto de la pandemia que ya mi mente empieza a creer que esto es la vida y no hay otra ni la habrá. Me fascina la capacidad narrativa de nuestra psique, el hecho de que, a falta de elementos tangibles para vislumbrar el principio del fin y la vuelta a lo que llamamos normalidad, se adapte y empiece a considerar que así son las cosas y así fueron siempre. Pero este cuento que me cuenta mi cerebro para que deje de lado la esperanza de despertar un día sin mascarillas, sin muertes ni dolor, sin colapso del sistema sanitario ni aislamiento, está luchando con otra corriente subterránea que me inunda y se resiste: la de la esperanza. ¿A quién hago caso? ¿A los pensamientos pragmáticos que me convencen de que más me vale acostumbrarme a esta realidad o al impulso ahora reprimido que me hipnotiza con la perspectiva de los felices años veinte por llegar?

Me da la sensación de que, aunque termine la pandemia, el mundo ya no volverá a ser como antes. Que el virus ha provocado cambios mucho más profundos de lo que nuestras traumatizadas mentes pueden admitir. Sea como sea, los que no volveremos a ser como antes somos nosotros. En mi caso, el virus me ha hecho ver que hay bastante más gente de la que pensaba en la que es mejor no confiar, porque es capaz de enarbolar con orgullo la bandera de su egoísmo y estupidez como símbolo de vida.

Y echo de menos del mundo de ayer, el de antes de la covid, la alegría de vivir que impregnaba tantos instantes a pesar de las dificultades. Las cosas importantes son las que no lo parecen. Que seamos seres sociales significa que necesitamos estar con otros en cuerpo y alma, tocar, oler, mirar y ser sentidos también por otros seres humanos. Nada de esto se da en las relaciones virtuales ni en las hipnóticas pantallas en las que la imagen del otro ya nace muerta. La frialdad de la superficie vítrea nada tiene que ver con la alegría de vivir, que reside en nuestra materialidad, esto que ahora llamamos cuerpo y que parece estar separado de la conciencia. El impulso vital optimista reside en los rostros descubiertos y la actitud despreocupada, imposible cuando se nos prohíbe la cercanía durante tanto tiempo y nos hemos acostumbrado a distanciarnos incluso con la mirada. No sé si recuperaremos las costumbres que teníamos antes, si dejaremos de percibirnos como un peligro o si quedará ya instalada para siempre este mirar estrábico. No pierdo la esperanza de que, en general, en esto no hayamos cambiado aunque el mundo sea otro. Pero me temo que a mi me ha superado, cada día que pasa me siento más a disgusto rodeado de gente. 

jueves, 27 de enero de 2022

LOS CANARIOS DE MAUTHAUSEN


El 27 de enero se estableció como el Día Mundial de la Conmemoración del Holocausto. Fue un 27 de enero de 1945 cuando el ejército soviético liberó el campo de concentración y exterminio de Auschwitz-Birkenau (Polonia), el más grande y un símbolo del exterminio de seres humanos por otros seres humanos adoctrinados en el fanatismo y el odio. Pero hubo otros campos, Europa estuvo sembrado de ellos. El segundo en ser construido y el último en ser liberado fue el campo de concentración y exterminio de Mauthausen y su anexo Gusen (Austria). Allí fueron enviados medio centenar de canarios que sufrieron frío, hambre, enfermedades, esclavitud, torturas... un modelo común en todos los campos además de la infame escalera de la cantera de granito por la que también se conoció el campo Mauthausen. Hoy es un memorial contra el odio, la intolerancia y el fascismo. También hubo canarios que vivieron aquél horror. Fueron medio centenar, originarios de islas como La Palma, Tenerife, La Gomera, Gran Canaria o Lanzarote. ¿Cómo llegaron allí? Intercambiados como prisioneros o combatiendo en territorio peninsular, terminada la Guerra Civil se vieron obligados a huir de España. Su única vía de escape fue cruzar los Pirineos para llegar a Francia donde, tras la invasión del ejército nazi, fueron capturados y enviados a los campos. La mayoría de ellos a Mauthausen. Su condición de republicanos les condenó, como a otros les condenó su condición de judíos, gitanos, homosexuales o, simplemente, por pensar diferente. Fueron cincuenta isleños, de los que 27 no lograron sobrevivir. El Parlamento de Canarias colocará una placa en el campo, donde figurarán sus nombres como homenaje y recuerdo imperecedero.

Los testimonios de quienes sobrevivieron dibujan “un infierno en la Tierra”, una voluntad del destino por sobrevivir, el azar o la suerte. La muerte caminaba al lado de cada uno, a cada instante. El agotador trabajo en la cantera, cargando bloques de granito de treinta kilos, con un calzado de madera y bajo el sol en verano o la nieve en invierno. Se calcula que el cuerpo humano necesitaría de unas cinco mil calorías para soportar aquel esfuerzo (rodeado de los látigos de los guardias y los kapos, sometidos a golpes y vejaciones, muchos recurrían al suicidio incapaces de soportarlo). La esperanza de vida era de apenas unas semanas. La convicción de “contarle al mundo lo que allí sucedía” fue para muchos el impulso de negarse a su destino para lograr sobrevivir.

El 27 de enero, Día Internacional de la Memoria del Holocausto, es una llamada a las generaciones actuales para recoger el testigo de quienes lograron sobrevivir y seguir contando su historia, transmitirla a las generaciones venideras para evitar que vuelva a suceder porque el odio puede ser un arma muy poderosa.

NOMBRES DE LOS 27 CANARIOS FALLECIDOS EN MAUTHAUSEN-GUSEN

Provincia de Las Palmas:

Israel Cabrera Alvarez (Las Palmas de Gran Canaria). Murió en febrero del 43 en Mauthausen. 

Domingo Cedrés Arrocha (Lanzarote). Murió en noviembre del 41 en Gusen. 

Domingo Domínguez Moreno (Las Palmas de Gran Canaria ). Murió en octubre del 41 en Gusen. 

Rafael Martín Pérez (Las Palmas de Gran Canaria). Murió en agosto del 41 en Gusen. 

Antonio Ramos Díaz (Las Palmas de Gran Canaria). Murió en septiembre del 42 en Gusen. 

Vicente Ramos García (Las Palmas de Gran Canaria). Murió en octubre del 41 en Mauthausen. 

Matías Sánchez Santana (Las Palmas de Gran Canaria). Murió julio del 41 en Gusen. 

Pedro Santana Domínguez (Las Palmas de Gran Canaria). Murió agosto del 41 Gusen. 

Miguel Santana Martín (Las Palmas de Gran Canaria). Murió en enero del 42 en Gusen. 

Francisco Santana Pérez (Las Palmas de Gran Canaria). Murió en septiembre del 41 en Gusen. 

Ursicino Ruiz García (Carrizal de Gran Canaria). Murió en noviembre del 41 en Gusen.

Provincia de Santa Cruz de Tenerife

Francisco Alfonso García (La Laguna ). Murió en junio del 42 en Mauthausen. 

José Dorta Díaz (San Juan de la Rambla). Murió en septiembre del 41 en Gusen.

Aniceto Duque Pérez (Santa Cruz de La Palma). Murió en marzo del 42 en Mauthausen. 

Domingo Enriquez Pérez (Santa Cruz de La Palma). Murió en noviembre del 41 en Gusen.

Manuel Fuentes Nieto (Santa Cruz de Tenerife). Murió en noviembre del 42 en Gusen. 

Manuel González Abreu (Los Silos). Murió en noviembre del 41 en Gusen.

Nicolás Hernández González (La Orotava). Murió en noviembre del 41 en Gusen.

Fulgencio Lorenzo Hernández (Garafía). Murió en agosto del 41 en Gusen.

Orencio Mata Rodríguez (Garafía). Murió en julio del 41 en Gusen.

Alejandro Moreno Gómez (Hermigua). Murió en septiembre del 41 en Gusen.

Sebastián Perera Marrero (La Laguna). Murió en noviembre del 41 en Gusen.

Emilio Reyes González (El Tablero). Murió en agosto del 41 en Gusen. 

Fidel Reyes Pérez (Santa Cruz de La Palma). Murió en diciembre del 41 en Gusen.

Felipe Rodríguez Sánchez (Santa Cruz de Tenerife). Murió en noviembre del 41 en Gusen.

José Rodríguez Rodríguez (Tijarafe). Murió en febrero del 42 en Gusen.

Rubén Tabares Hernández (Santa Cruz de Tenerife). Murió en mayo del 42 en Gusen.

REFLEXIÓN: EL SEÑOR OBISPO


El obispo de la diócesis de Tenerife cada vez que hace una declaración pública, abochorna a la población. La última ha sido hace unos días en la televisión canaria, en las que equiparó a la homosexualidad con el alcoholismo y la delincuencia y la definió como pecado mortal. La sociedad isleña se lo ha tomado como la gota que ha colmado el vaso de su aguante con el referido monseñor que una vez, hablando del tema de la pederastia, llegó a decir que algunas y algunos adolescentes provocan que esas situaciones se produzcan con sus vestimentas y actuaciones. El escándalo ha sido de tal envergadura, que una campaña de firmas pidiendo a la Iglesia su cese en el cargo que ostenta, ya ha recibido más de 50.000 apoyos, e incluso varias instituciones, incluyendo el parlamento canario, han barajado la posibilidad de aprobar una declaración de reprobación por xenofobia reiterada. El susodicho anda desaparecido, por lo visto ha hecho un viaje a Roma, y ante el escándalo, parece haber optado por cerrar la boca y el obispado ha emitido un escueto comunicado donde lamenta sus declaraciones y pide perdón a quiénes haya podido ofender con ellas.

Y sobre ese pedir perdón que se ha instalado entre nuestros personajes públicos me gustaría reflexionar. ¿El pedirlo implica arrepentimiento por lo que se ha dicho o hecho? Tenemos bastantes antecedentes que nos hacen pensar que no. Más en este caso, que intenta cerrarse con la emisión de una nota de prensa, que muy probablemente ni siquiera ha sido escrita por el protagonista. En realidad no se trata de pedir disculpas, sino de imponerlas para otorgar impunidad y que además incluye una ventaja: invisibilizar a los afectados. ¿Los ciudadanos reclaman reparación, necesitan explicaciones claras? Pues deben conformarse con lo que hay. Porque, con la buena prensa que tiene el perdón, ¿qué clase de persona sería quien dijera “no perdono”? ¿Cuánto tiempo pasaría antes de que se la señalara como impiadosa y se le exigieran disculpas, ya que dios es capaz de perdonarlo todo? Pero para ser perdonado, antes ha de haberse demostrado el arrepentimiento y en este país hay muy poca gente que se arrepiente de lo que hace. Casos conocidos hay a montones para elegir en todos los ámbitos, no creo que haga falta mencionarlos. Nadie cambia su forma de pensar de un día para otro, el señor obispo lo que está haciendo es demostrar además su cobardía, haciendo mutis por el foro con la intención de esperar a que pase la tormenta y dentro de un tiempo volver como si nada hubiese pasado, una vez que la actualidad haya reclamado otras atenciones que hagan olvidar la suya. Pero lo tiene complicado si ese es el plan, esta vez no va a haber ni olvido ni perdón. Por lo pronto, colectivos LGTBI están exigiendo a las instituciones canarias que no inviten al obispo de Tenerife a actos oficiales por homófobo. El hombre lo va a tener crudo y ya era hora. 

POESÍA: CONTESTADOR


Le habla el contestador

automático,

en este momento

el poeta se halla ausente. 

Para herir,

simplemente marque 1.

Para contar mentiras

que me crea, marque 2.

Para las confesiones

trasnochadas, marque 3.

Para interpretaciones literarias 

producto del alcohol, marque 6.

Para poemas,

marque almohadilla.

Para cortar definitivamente

la comunicación,

no marque nada,

pero tampoco cuelgue,

titubee en el teléfono

( a ser posible

durante varios meses)

hasta que note que voy 

abandonando el aparato

a intervalos de tiempo

cada vez más largos

No desespere. Aguante.

Espere a que sea yo

el que se rinda.

Le evitará cualquier

remordimiento.

Gracias.

miércoles, 26 de enero de 2022

POESÍA: CONSEJOS


Deja algo a qué aferrarte

una creencia, tal vez

la cola de un gato, 

la toalla que un ex amor

olvidó en tu casa... 

Deja siempre en la nevera

un frasco casi vacío, 

ese que otra persona

ya hubiera tirado, 

no pases tan rápido

la página de un libro

lee dos veces el mismo párrafo, 

no des la vuelta tan rápido

a las historias, 

diversifica tus pasiones, 

recuerda que mucha agua

en las plantas

no sirve de nada

las vas a terminar ahogando, 

es más útil que las pongas

en un espacio intermedio

entre el sol y la sombra, 

es más útil que las podes. 

Desmaleza también

las cosas de tu casa,

tira ropa, objetos viejos

pero igual, deja siempre

algo a qué aferrarte, 

una camiseta aunque solo

sea un recuerdo

esa que no vas a usar

pero está ahí

mostrando lo que fuiste, 

esa que aunque quieras ocultar

con capas de otras cosas

sigue ahí, dentro tuyo

esperando que cualquier señal

la haga asomarse de vuelta.

No cierres las historias

los amores van y vienen

no trates de buscarle

una explicación a todo, 

entregate al devenir de la vida, 

a desandar el camino

de tu cabeza,

sé lento para desaprender.

Y de ahí donde no hay, corre.

OPINIÓN: EL RUGBY, UN DEPORTE SOLIDARIO


Alfie en una foto publicada por su padre

Dijo Winston Churchill que el rugby era “un deporte de hooligans jugado por caballeros”. Y, desde entonces, hay pocas definiciones que nos gusten más a los amantes de este deporte centenario. Los que no lo conozcan bien pueden pensar que es un deporte violento, pero no es cierto. Es duro, pero a la vez está lleno de tradiciones y normas muy específicas para proteger a los que lo practican. Y de valores que lo definen. Otro político, el sudafricano Nelson Mandela, echó mano del rugby para armonizar las relaciones de negros y blancos en un país que empezaba a dar la espalda al apartheid. Así lo contaba John Carlin en el libro El factor Humano (Seix Barral, 2008), ese que inspiró la película Invictus dirigida por Clint Eastwood y protagonizada por Morgan Freeman y Matt Damon. Casi 30 años después de aquella Sudáfrica que logró el campeonato del mundo, además de una mayor unidad de su país, el rugby vuelve a movilizarse. Ya no por el racismo, sino por el acoso y la intimidación en redes sociales. Ha ocurrido a raíz de un mensaje de denuncia de un padre en Twitter.

“Tuve que eliminar un mensaje de Facebook porque un idiota puso un comentario diciendo que mi hijo es demasiado grande para jugar con los menores de 12 años y que no está sano. Si la gente pudiera saber cuánto trabaja para ponerse en forma y cómo de baja es su confianza en sí mismo. No te preocupes Alfie, yo siempre seré tu mayor fan”, escribía Mark Pugsley. El mensaje iba acompañado de una foto de Alfie, su hijo, un niño con sobrepeso y jugador de los Oakdale, al sudeste de Gales, cerca de Cardiff. En un país en el que el rugby es religión, el tuit del padre se hizo viral. Dos días después acumulaba 14.000 retuits, 220.000 me gusta y más de 11.000 mensajes.


No era aquella la primera foto de Alfie que Pugsley publicaba en las redes sociales. Su cuenta de Twitter está llena de mensajes sobre rugby y fotos de su hijo y de su equipo, desde donde salieron algunos de los primeros mensajes de apoyo al chico. “Alfie es muy respetado además de uno de los miembros clave de nuestro equipo. Y sobre todo un chico adorable. Los entrenadores del Oakdale os hacemos saber que tiene todo nuestro apoyo y que siempre estará de nuestro lado”, escribía Dana Johnson, miembro del club de rugby. Desde entonces, Alfie, ahora mundialmente conocido, recibió el apoyo de algunas de las mayores estrellas del deporte que practica desde pequeño. Uno de los mensajes más emotivos llegó desde Francia. El jugador internacional Matthieu Jalibert le escribió: “Alfie, tuve que escuchar durante toda mi juventud que era demasiado pequeño, demasiado delgado, demasiado flaco. Cuando leo la publicación de tu papá, me duele el corazón. No pierdas jamás la esperanza. Cree en tus sueños. Tu papá es tu primer fan. Yo soy el segundo”.

El joven deportista también recibió mensajes de una de las estrellas de los All Blacks, el neozelandés Jerome Kaino; del sudafricano Tendai Mtawarira, apodado La Bestia; o del ex jugador británico y comentarista de televisión Alex Corbisiero, que incluso compartió una foto suya de niño. “Colega, tienes todo mi apoyo -le escribió Mtawarira. Yo también pasé por lo mismo una vez cuando la gente me machacaba por mi talla y ponía en duda que tuviera la edad para competir con mi grupo de edad. Mantén la cabeza alta y no dejes nunca que los haters puedan contigo. El juego del rugby es para todos”. Efectivamente, el rugby siempre se felicitó por ser inclusivo, democrático, por acoger a chicos más grandes o más menudos, corpulentos y finos, de hecho es parte de su secreto. Y de su idiosincrasia, la de esos hooligans que juegan como caballeros, la de delanteros pesados y grandullones. Así se lo recordaba también Kaino: “Nuestro precioso juego es para todos los géneros, para todas las clases sociales, todas las formas y tallas. Mantén esa sonrisa en tu cara y tu magnífico trabajo”.

Así fue como uno de los llamados trolls de las redes sociales despertó el lado más solidario de los usuarios y de los amantes del rugby.

martes, 25 de enero de 2022

OPINIÓN: CONCEPTOS DE LIBERTAD


Antes de la pandemia, cuando hablábamos del grumo conflictivo entre libertad y seguridad, pensábamos en terrorismo, videovigilancia, geolocalizadores. Tapar la cámara del portátil con una tirita. Snowden. Enseñar tus microenemas-bomba en el aeropuerto resultaba desasosegante cuando existía Abu Grhraib, drones asesinos y vidas interiores que se enredaban con más amor en Manhattan que en Bagdad. Éramos conscientes del cinismo de las alianzas de civilizaciones mientras se exportaban armas a Israel. Nuestros masters del universo no habían leído a Conrad —Bush fijo que no— y manipulaban un discurso filantrópico —evangelización, eliminación de armas de destrucción masiva— para justificar violencias, cuyo único objetivo son los intereses económicos. También la codicia motiva que la población negra y pobre de Flint (EE UU) beba agua con plomo, mientras se utilizan acuíferos saludables para limpiar piezas de la General Motors. La codicia mata fuera y dentro, y reivindicar la libertad pasa por defender derechos fundamentales para todo el mundo: salud, educación, trabajo, vivienda, justicia…

Tras la pandemia, el grumo conflictivo es libertad y cuidados. Una palabra del binomio y el significado de la libertad, hoy individualista y selvática, cambian. Parece que ciertas políticas para proteger a las personas vulnerables atentan contra el fundamentalismo neoliberal: libertad de precios, competitividad y competencia, invulnerabilidad de los dioses —¿Djokovic?—, el ombligo de Victoria Federica, relación entre inteligencia y capitales, el pase misí de si prefieres Dior o Gucci y una idea de diversión que recuerda al monólogo de Gila —perdonen la sátira rural—: los mozos del pueblo cambian las cuerdas de tender por hilos “de alta traición” e Indalecio se electrocuta. “Me habéis dejado sin hijo, pero… ¡lo que me he reído!”, dice el padre del muerto, libre, vital, bienhumorado.

lunes, 24 de enero de 2022

POESÍA: PARA ALI


Fulgura tu alma viejita

a la luz de la noche

en un caos de silencios

y soledades,

a veces lo que toca

no se elige,

lo imprevisible destroza

ese castillo de naipes conquistado.

Algunos dirán

que solo fuiste una gata,

pero no tienen ni idea. 

En un principio, 

somos todos un puñado

de desconocidos

que buscan cariño

tal que la suerte,

a tientas y difusos.

Tú nos serviste el tuyo

en bandeja de plata,

como solo las almas buenas

saben hacerlo.

No sé cómo despedirme

y he pensado que igual

solo puedo estar a la altura

con un poema,

pero es que a veces ni eso.

Gracias Ali

por todo lo que nos diste. 


POESÍA: APOCALIPSIS


El fin del mundo ya esta aquí, 

pero no ha venido de golpe,

es una serie distribuida

en varios episodios.


El título del primero es Titanic, 

en él se hunde el mundo

mientras la orquesta

sigue tocando,

la derecha promete

un crecimiento infinito,

la publicidad envía mensajes

de no conformarnos con menos,

la propaganda comenta

que lo mejor está por venir,

la gente va al gimnasio,

hace yoga

y se recupera la venta

de automóviles y smartphones.


Otro se titula El dinero manda,

un musical para que el corazón

lata al ritmo del capital

que justificará la desaparición

de ecosistemas

la explotación de las personas,

y el exterminio de las especies.


El tercero se llama Cuatro Gatos,

y enseña a despreciar

a ecologistas, anticapitalistas,

feministas, anarquistas

y animalistas.


En el cuarto, denominado

Enterprise, se promete

el traslado a Marte

el día que terminemos

de destruir lo que va a ser

imposible reconstruir

en ninguna otra parte.


El quinto va de Zombis Nazis

y plantea la imprescindible

eliminación del 99%

para la supervivencia del 1%,

y de momento es un gran éxito, 

apenas hay gente en desacuerdo

pues todos nos consideramos 

dentro de ese último grupo

que logrará ser salvado.


El sexto será Corazón

y enseñará los atributos

del posthumanismo en ciernes:

irresponsabilidad, infantilismo,

apoliticismo, egoísmo, 

consumismo e inmoralidad.


El séptimo será ¡Entre fieras!

y en él los pobres son castigados 

por inadaptados

e ineficientes de cara

a su necesaria eliminación.


El octavo parece

que lo llamarán Raíces,

para puntualizar

la división biológica

de amos blancos y siervos

de razas inferiores.


El noveno será Tendido 0,

y planteará la disyuntiva

de combatir el sufrimiento

animal con tradición, cultura

y el arte inigualable

de la tauromaquia.


El décimo será El Dorado,

para naturalizar la depredación 

de las riquezas del Tercer Mundo

y la eliminación

de las comunidades nativas

por primitivas y atrasadas.


Y para acabar hay preparado

un especial donde se bloquea

cualquier síntoma de malestar

cuando se nos plantee

algún tipo de análisis

que intente hacernos ver

la realidad de lo que ocurre. 

domingo, 23 de enero de 2022

PINTURA: WILLIAM ORPEN


Zonnebeke, en Flandes, fue escenario de encarnizados combates como parte de la campaña de Passchendaele de junio a noviembre de 1917 en la Primera Guerra Mundial. Una ofensiva británica masiva contra las instalaciones enemigas inicialmente tuvo un éxito brillante. Pero las lluvias prolongadas y los fuertes bombardeos transformaron el campo de batalla en un pantano, y los alemanes, operando desde fortines de hormigón, cobraron un gran número de víctimas a las tropas aliadas con gas mostaza y fuego de ametralladora. En algunos puntos de Zonnebeke, las trincheras aliadas y alemanas  quedaron separadas por solo siete metros, y hubo una terrible pérdida de vidas. En una serie de ataques y contraataques, la propia Zonnebeke fue completamente destruida. Cuando los británicos finalmente detuvieron la ofensiva de Passchendaele en noviembre de 1917, ambos bandos habían perdido 250.000 hombres cada uno y las líneas aliadas habían avanzado apenas cinco millas. Una carnicería que mostró una vez más la falta de escrúpulos de los altos mandos y su inoperancia.

En esta obra, William Orpen logra capturar la carnicería dejada por la batalla a través del ingenioso uso del color, las líneas, las formas y las formas, la textura y el espacio. Utiliza colores oscuros en toda la pintura para representar la falta de vida, el estado de ánimo sombrío y el desespero que emana de los horrores de la guerra. La oscuridad de las nubes se refleja en las piscinas llenas de agua oscureciendo todo el paisaje. Las líneas verticales representan los estragos de la lluvia mientras continuaba cayendo sobre el paisaje completamente destruido.

Ahora que la sinrazón de la guerra puede hacerse de nuevo realidad en suelo europeo, el cuadro de Orpen nos recuerda lo que puede llegar a significar. Esperemos que se impongan las razones de la paz.

POESÍA: POR SI ACASO


Que no crezca jamás

en mis entrañas

esa calma aparente

llamada escepticismo.


Huya yo del resabio,

del cinismo,

de la imparcialidad

de hombros encogidos.


Crea yo siempre en la vida, 

crea yo siempre

en las mil infinitas

posibilidades.


Engáñenme los cantos

de sirenas,

tenga mi alma siempre

un pellizco de ingenua.


Que nunca se parezca

mi epidermis

a la piel de un paquidermo

inconmovible, helado.


Llore yo todavía

por sueños imposibles

por amores prohibidos

por fantasías de niño

hechas añicos.


Huya yo del realismo

encorsetado.

Consérvense en mis labios

las canciones,

muchas y muy ruidosas

y con muchos acordes.


Por si vinieran

tiempos de silencio.

REFLEXIÓN: AMENAZADOS


Nos gustan los milagros económicos, pero no queremos saber cómo se producen, de dónde se ha rapiñado con los recursos, la energía o las materias primas para que se produzca el milagro que siempre es guerra, muerte, hambre y miseria en la casa del vecino más débil, que es una hipoteca que nuestros nietos no sabrán cómo pagar.

Nos gustan los milagros, pero no que nos hablen de la guerra del capitalismo contra el mundo natural, mejor pensar en milagros que no en que todo desaparece mientras lo estamos disfrutando: minerales, colinas, playas, huertos, acuíferos, corales, árboles, abejas, saltamontes, luciérnagas, peces, leones, elefantes… Mejor esperar milagros que no reconocer que la economía crece hacia la catástrofe: más humanos, más automóviles, más aviones, más televisores, más iPhone, más toallitas desechables, más granjas de cerdos, más turismo, más velocidad, más electricidad… El planeta se va al carajo y creemos que nosotros sobreviviremos, pero ocurrirá justo al revés: La vida continuará sin nosotros, como venía haciendo desde antes de que un torpe simio se pusiera de pie sobre la sabana.

Los humanos solo estamos amenazados por el animal más peligroso que habita La Tierra. Estamos amenazados de capitalismo por nosotros mismos.

sábado, 22 de enero de 2022

POESÍA: ¿PARA QUÉ SIRVE EL AMOR?


¿Cómo se ama

con el mismo cuerpo

que hemos usado

como una herramienta

para el trabajo?

¿Cómo prender antorchas

si no hay refugio

para esta lluvia de ruido

y nunca escampa?


Ocho horas de ruido

hacen costra,

ocho horas de alienación 

languidecen,

varadas en las playas

del Trópico,

infectando los dedos

y los viajes míticos

de la saliva.


Pero hemos de abrir

los caminos del cuerpo

y saber limpiarnos

las hojas de Excel

y su delirio

ordenado en celdas,

entrar en la ducha

de una melena,

catarata detenida

para reventar la fábrica

que nos crece como la peste,

aletea en nuestras

manos hambrientas,

sombrías de lunes a viernes,

de 9 a 5

o deformadas por turnos

y horarios infames:


Hemos de intentar demoler

nuestros escombros,

de hecho el amor

fue creado para eso. 

CUENTOS MÍNIMOS:. ¿EVOLUCIÓN O INVOLUCIÓN?


Al principio formaban un ejército de animales confusos y olvidados. Usaban caretas de hueso blanqueadas por el tiempo. Corrían de izquierda a derecha, de adelante hacia atrás, de adentro afuera, de arriba abajo, por los eriales de la tierra. Eran presa fácil para lobos y chacales, para hienas que abastecen su hambre de carroña. Eran feromonas que alimentan el olfato de la caza. Mártires, sí, de la incontinencia marginal de la manada. Pero ya no les bastaba con ser humanos, y buscaban, con su postura, dar la vuelta al reloj que gobierna el canon de la historia. Abandonaron las ciudades y se mudaron a las montañas. Empezaron a caminar como cuadrúpedos y a subir a los árboles. No resultó fácil. Pero, al cabo de cien generaciones, lograron los primeros éxitos: perdieron completamente la capacidad de hablar y empezó a salirles cola. Volvían a ser monos.

viernes, 21 de enero de 2022

REFLEXIÓN: ¿ROPA DE INVIERNO?


Mañana comenzará una nueva jornada y voy a aprovechar para intentar explicarles a los que no son de esta zona del sur de Tenerife lo complicado que es a veces decidir qué ropa ponerse en estos días de invierno. Empecemos:Te levantas cuando está amaneciendo y te pones una camiseta de manga larga, porque aún no se ha ido el fresquito del relente de la noche. Haces algunas cosas de casa, desayunas y te preparas para salir. Aún hace fresco fuera, pero sabes que camiseta de manga larga no es conveniente llevar porque a media mañana hará calor y te va a hacer sudar de lo lindo. Decides que sea de manga corta, pero la complementas con una rebequita o sudadera, más aún si vives cerca de la costa y tienes que acercarte a alguna zona de interior porque aquí eso significa subir en altura hasta llegar a tu destino, y en seis o siete kilómetros ya estás a 600 metros sobre el nivel del mar y eso significa un clima completamente diferente, bastante más frío en invierno y con calor agobiante en verano.

Bien. Nos habíamos quedado con camiseta y chaqueta, pero la mañana avanza y entre las 11 y las 12 horas, ya lo de la sudadera como que hay que descartarla si ha salido el sol porque la prenda empieza a hacer honor a su nombre.

Supongamos que regresas a casa para comer. Si es así, la temperatura ya ha empezado a recordar más al verano, y llegas con ganas de hacerle un homenaje a la sombra. La de un árbol o una pared, me refiero. Total, que para en casa te arrancas la camisa y la tendencia es quedarse con el torso desnudo, en sujetador o camiseta sin mangas, dependiendo de los gustos de cada cual y los inconvenientes que pueden suponer ciertas protuberancias para los entes humanos del sexo femenino.

Y en el comienzo de la tarde, si tienes que salir, se reanuda el proceso, pero esta vez en sentido contrario porque a partir de las 17 o 18 horas, la chaqueta o la sudadera vuelven a ser necesarias. Y en casa, pues más o menos igual hasta que llega la noche. Eso sí, viviendo cerca de la costa, lo de usar pijama para dormir lo considero una verdadera temeridad. Y en todo caso, con una sabanita y quizás una manta muy ligera, vas sobrado. Como pueden comprobar, esto es un sin vivir. Se hace muy dura la estación fría por estos lares. 

POESÍA: FRUTO


Miro el árbol atento,

su serenidad, su cima,

y en la rama solo queda

un único espía

un único testigo

de su hechura en el aire

contemplándonos.

El último fruto vigilante

y sincero, que enhebra

con el tiempo

y con nosotros su cosecha.

Me quedo un buen rato

mirándolo en silencio

y me hace sentir

que la única misión

que vale la pena cumplir,

es la de avivar la vida. 

REFLEXIÓN: AFIRMA EL LADRÓN...


La ciencia se basa en cosas que se han comprobado sobradamente y cuyo margen de error es cada vez menor conforme se sabe más sobre ellas, eso es algo más que evidente en casos como la medicina y las ciencias biológicas. Comprobar la seguridad y efectividad de las vacunas frente a la covid-19 antes de aprobarlas para su uso de manera extensa ha sido la razón de los amplios ensayos previos que se hicieron y la subsiguiente necesidad de aprobación para su uso generalizado por agencias enormemente expertas y responsables. Y la disminución de la gravedad de los casos de covid subsiguientes tras un año de vacunación generalizada, junto a que ahora la enfermedad grave afecta de manera muy preferente a los no vacunados, confirma lo esperable tras los ensayos previos. Puede que al principio pudiera haber un margen razonable para entender las dudas en el tema de las vacunas, pero a estas alturas, negar lo ya comprobado no ya en ensayos sino tras un año de uso extensivo y en muy diferentes países es querer no ver lo que resulta evidente. La cuestión es que los que afrontan de forma radical su negacionismo frente a las vacunas contra la Covid-19, la realidad es que se oponen a cualquier tipo de vacuna, aunque en este caso puntual utilicen argumentos específicos para enmascarar su postura. La cuestión es que, cuando se argumenta que las informaciones que nos llegan sobre la pandemia y las estadísticas sobre contagios y víctimas han sido manipuladas para engañar a la opinión pública porque forman parte de un gran complot para mantenernos atemorizados y en manos de las industrias farmacéuticas, es una forma de razonar que sirve para negar la validez de estas vacunas, y para cualquier otra, ya sea la de la viruela, el sarampión, o la malaria, que es la más reciente. La mayoría de la gente que conozco que no se ha vacunado contra la covid, tampoco había vacunado a sus hijos anteriormente contra enfermedades que ya habían sido erradicadas y que estaban empezando a asomar de nuevo la patita por culpa del negacionismo, que ha aprovechado la confusión y el caos que produjo la aparición de esta pandemia para salir de las sombras y aprovechar el miedo generado para hacer de las suyas. La suya es la única gran conspiración que ha habido en torno al coronavirus, pero afirma el ladrón que todos son de su condición. 

jueves, 20 de enero de 2022

POESÍA: NO FUE ESA LA VIDA


Nos arropábamos

en los rincones de los barrios,

y éramos felices.

Y caían al suelo

nuestras ropas,

y caían de los árboles

muchachas,

y soñábamos así,

con los ojos

oscuramente abiertos, 

soñábamos así

con la música,

que no hace preguntas,

que es coágulo, raíz o vena.

Y estaba ahí anudado,

estaba y sabíamos

que el paisaje germina

de un racimo de ojos,

que susurran las viejas

en las esquinas,

que jamás íbamos

a ensayar la incertidumbre,

ni el simulacro de saberse

cansados de la vida.

Qué equivocados estábamos,

en realidad no fue esa la vida. 

Nunca lo ha sido,

salvo en lo iluso de los sueños. 

OPINIÓN: UNA NUEVA GUERRA EN EUROPA


En cuanto olieron la sangre, las tropas rusas se movieron a Kazajistán con la misma velocidad que los insectos atraídos por una luz encendida en medio de la noche. Ahora se despliegan en Bielorrusia para hacer “maniobras”, como también rodean parte de Ucrania con una poderosa contumacia (100.000 soldados) que nos recuerdan quiénes fueron, quiénes son y quién es ese aspirante a nuevo zar que es Puttin. Para aquellos dormidos en los laureles (la mayoría), hay varias cosas que recordar: invadieron Crimea y se la quedaron; derribaron un avión de un vuelo comercial entre Holanda y Kuala Lumpur como si tal cosa; y mantienen un conflicto abierto en el Este de Ucrania en el que han muerto ya 14.000 personas. ¡14.000 personas! Ya es una décima parte de lo que dejó la última y salvaje guerra en continente europeo, la de Yugoslavia.

Las migas que arrojan los acontecimientos para que vayamos recorriendo el sendero del conflicto nos van entreteniendo como unas noticias más, pero pronto nos depositarán ante la mansión donde habitan los ogros: que es la agresividad de Rusia, su ansiedad por restablecer y exhibir su espíritu imperial y la ristra de cadáveres que podremos contemplar. Que ya podríamos, si quisiéramos.

Y parece que está lejos. Pero el giro estratégico de Rusia que acompaña este movimiento prebélico y bélico pasa por pagar mucho más caro el gas, pues ingentes cantidades que antes iban a Europa ya viajan rumbo a China, un cliente más voraz y menos exigente que nosotros. Los ciberataques se suceden. Y las sanciones europeas, el frustrante método de castigo que está en la mano de Occidente, desfallecen ante la nueva capacidad de Rusia y China de aliarse sin necesitarnos demasiado.

¿Cuáles son las soluciones? Aquí llega la contradicción. Europa y Estados Unidos pierden protagonismo, potencia y capacidad de maniobra en un nuevo universo en el que otros poderes consolidan su pujanza. El castillo de bienestar y derechos que conforma el Viejo Continente atrae a millones de inmigrantes que huyen del cambio climático y los conflictos, pero no está siendo capaz de atraer con eficacia a quienes buscan democracia. Esta ya no está de moda. El mundo ha cambiado sin que sepamos aún qué forma va a adquirir el futuro próximo: no será Guerra Fría, no será guerra mundial, ni será imperio de las democracias liberales; una nueva distribución del poder dará más a los autócratas y menos a los demócratas. Y en ese contexto llega una más que posible nueva guerra en Europa. 

miércoles, 19 de enero de 2022

POESÍA: TIEMPO DE ALAMBRADAS


Ya no escribo poemas 

sobre los campos

de concentración. 

Y es que, ahora mismo

todo poema sucede

en un campo de concentración, 

porque vivimos en el tiempo

de las alambradas.

Y el campo está a resguardo,

porque además existe

gracias a la incredulidad

de la mayoría

de sus contemporáneos.


Pd. : ¿Por qué sigue abierto aún Guantánamo? ¿Por qué nos hemos olvidado de que ahí sigue ese atentado contra los derechos humanos? 

INFORME: VIRUS, VACUNAS, PANDEMIA Y ENDEMIA


En su mayoría, las vacunas protegen frente a las enfermedades. Lo cual no significa que impidan siempre y por completo la infección. Pero son una gran ventaja en términos coste/beneficio. Y una enfermedad con una elevada prevalencia crónica en la población es una endemia. Por eso cada vez más, lo que nos está pasando se parece a una endemia en los países que han llevado a cabo campañas masivas de vacunación. Cabe preguntarse también por la manía de llamar enfermos o casos a los asintomáticos. Se les debe llamar portadores. Y los portadores son una pesadilla para los epidemiólogos, pero mientras no lo sean para el sistema asistencial, el riesgo está bajo control. Bajo esa premisa, la población no debería entrar en la histeria de someterse a una prueba diagnóstica tras otra con el único resultado de saber que es portador. ¿No hay un sobrediagnóstico sesgado que, a estas alturas, con tantos vacunados, nos desvía de la verdadera magnitud sanitaria? Un portador, claro está, disemina el patógeno. Eventualmente, puede enfermar, incluso de forma grave. No es cuestión de descuidarse, lo es de dimensionar e interpretar unos resultados analíticos que son, en puridad, lo que la gente obtiene con las pruebas de antígenos. Y esa interpretación les cabe a los sanitarios, no a los ciudadanos (ni los medios de comunicación). En segundo término, de esa valoración técnica sanitaria, los políticos y los administradores deben, después, adoptar decisiones.

Si se llevase a cabo un muestreo nasofaríngeo sobre otros patógenos y microorganismos oportunistas tan masivo como el que ahora lleva a cabo la población de manera activa, voluntaria, convencida y hasta compulsiva, ¿qué resultados obtendríamos? Enormes cantidades de portadores de todo tipo de virus, por no hablar de estreptococos y bacterias. Una lista tremenda. ¿Todos enfermos, todos casos, todos contagiados, todos confinados, todos en peligro? Pues no. Todos vamos a morir, pero no hay prisa. Somos portadores, sí, pero en cuanto la presión sobre la atención primaria decaiga, y seguramente lo hará en las próximas semanas, y a falta de variantes más virulentas, podríamos entrar en una situación endémica.

Quede claro pues que los vacunados pueden transmitir el virus. Pero su carga vírica es mucho menor que la de un no vacunado. Por eso, tiene menos probabilidades de desarrollar la enfermedad y de contagiar a otros. Pero, sobre todo, esa menor carga vírica hace que el riesgo de que en su organismo surjan variantes nuevas del virus son mucho menores, porque la tasa de multiplicación es más baja. Pura aritmética. Y eso es algo casi tan importante como lo anterior. Por tanto, la vacunación es una herramienta esencial en la lucha contra esta y otras virosis. La viruela o la peste bovina se pudieron erradicar gracias a la existencia de vacunas muy baratas y eficaces. Son las dos únicas enfermedades infecciosas erradicadas en la historia. Recordemos otras dos terribles virosis disminuidas al mínimo gracias a las vacunas: poliomielitis y rabia. Y muchas otras. Respecto a la covid, los no vacunados contagian y se enferman más. Ese coste económico y social hace insolidarios y socialmente peligrosos a quienes no se vacunan deliberadamente. Su atención sanitaria la pagamos todos. Transmiten más. Y proveen de más oportunidades al virus para que nuevas variantes aparezcan. En el otoño de 2021 la pandemia parecía controlada en los países con alta tasa de vacunación. La sanidad estaba descargada, las vacunaciones iban a buen ritmo y las medidas sociosanitarias se relajaban en consonancia. La economía se recuperaba. Tanto, que los reductos negacionistas se servían de un cierto cansancio ante las restricciones aún existentes y los antivacunas elevaron la voz.

Pero los virus cambian. Ómicron apareció a principios de noviembre – hace nada- y ya se ha difundido por todo el mundo (más de 100 países) y se ha hecho mayoritaria. Se dice que es el virus de más rápida propagación en la historia. Puede ser. La ventaja evolutiva de esta nueva variante es de libro: los patógenos más exitosos se adaptan a su hospedador (y entorno) de forma que se aseguren su multiplicación y transmisión a nuevos individuos. Matar al hospedador no es un buen negocio. Generar portadores, en cambio, es una ganga. Ómicron casi triplica la tasa de transmisión de la variante dominante anterior (delta), que ya era elevada, pero, sobre todo, los casos parecen ser más leves, tanto porque la población en algunos lugares esté vacunada en gran parte, como porque ómicron es menos virulenta. Pero no es inocua. Hay enfermos. Así que no se puede bajar la guardia: la vacunación y las demás medidas sociosanitarias no pueden abandonarse aún. Es más, probablemente será necesario crear nuevas vacunas adaptadas a las variantes del virus que vayan apareciendo en el futuro, por lo que tendremos que también que asumir el hecho de vacunarnos cada cierto tiempo.

Pero la evolución del virus requerirá además de modificaciones en la conducta social e individual. Algunos cambios en nuestra forma de interacción social (distancia, contacto), la higiene individual y colectiva (mascarillas, lavado frecuente de manos, geles, ventilación), la sanidad (protocolos, personal específico), la educación (hábitos higiénicos, docencia telemática), el trabajo (teletrabajo, virtualización) o el turismo (requisitos sanitarios de viaje o entretenimiento) podrán suavizarse, pero seguramente nos acompañarán en nuestras vidas pospandémicas. Superar la pandemia no será volver a un estado prepandémico, sino generar nuevos comportamientos adaptados a necesidades evolutivas, como el virus. Aprender y evolucionar. Nada es constante excepto el cambio, ese principio tiene que formar parte de nuestras vidas. 

martes, 18 de enero de 2022

PINTURA: EDWARD HOPPER R


En "el sol de la mañana" una mujer adulta se sienta en su cama mientras observa por la ventana. La cama está hecha, por lo que podemos situar la escena en el momento del día en el que, tras despertarse y hacer la cama, la protagonista se sienta brevemente sobre ella. El paisaje le muestra un cielo azul radiante y un edificio de ladrillos rojos característico de Nueva York.

La habitación es lisa: pared blanca, sábanas blancas, ni un solo ápice de color o decoración, nada que nos hable de la persona que la habita. Todo inundado de luz, una luz matinal que ilumina tenuemente a la mujer, absorta en sus pensamientos. Lleva el pelo recogido y una especie de camisón o vestido rojo, y se acurruca sutilmente colocando sus manos sobre sus piernas y acercándolas a su pecho. Su rostro delata cansancio y melancolía. Todo hermosamente austero.

Otro de los elementos claves de Edward Hopper por excelencia es el tratamiento de la luz, con la cual juega para transmitir sensaciones. En este caso, la luz de un nuevo día incide de diferente manera en los elementos del cuadro, creando un contraste de sombras.

Y, por supuesto, en las obras de Hopper predomina la soledad y, por lo tanto, un inalterable silencio.