Ya no escribo poemas
sobre los campos
de concentración.
Y es que, ahora mismo
todo poema sucede
en un campo de concentración,
porque vivimos en el tiempo
de las alambradas.
Y el campo está a resguardo,
porque además existe
gracias a la incredulidad
de la mayoría
de sus contemporáneos.
Pd. : ¿Por qué sigue abierto aún Guantánamo? ¿Por qué nos hemos olvidado de que ahí sigue ese atentado contra los derechos humanos?
No hay comentarios:
Publicar un comentario