Nadie podría leer
en los pozos de mi café
sin enterarse de quién eres,
nadie podrá estudiar
las rayas de mi mano
sin descubrir tú nombre.
De todo podrán dudar
salvo de los ojos que me aman,
todo lo podría disimular
salvo que te llevo muy adentro,
todo se podría discutir
salvo el amor que me encumbra.
Nada de eso puedo ocultar
porque ya todos conocen
la conjunción de nuestras caras
la unión de nuestros nombres
la memoria de nuestros pasos.
Hemos quedado al descubierto
como un lugar tranquilo y suave
donde encontrar la paz
que desprende la convivencia.
Nadie que haya
leído mis poemas
desconoce que eres la fuente
de la que bebe mi lenguaje,
nadie puede viajar a través
de lo que ahora escribo
sin que llegue sano y salvo
al puerto de tus ojos,
nadie echa un vistazo a mi alma
sin que te encuentre allí
aleteando como una mariposa,
nadie podrá desentrañar
los huellas que me explican
sin saber de tu historia
desde que estás conmigo
para convertirla en lo nuestro.
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