De nuevo baja la nube
impulsada por el alisio
a pasear su silencio
en las profundidades
de la floresta
y dejar a su paso
un reguero de vida
salpicada de humedades.
La niebla vuelve siempre
La niebla vuelve siempre
puntual a su cita
con estos parajes
de Anaga que se adentran
en lo más recóndito
del alma de la isla.
Invariablemente llega
de la misma manera
y se posa lentamente
sobre el monte longevo,
sobre el monte longevo,
absorto en su hermosura
de arboleda y helechos.
Una estampa que es esencia
Una estampa que es esencia
por estos parajes
donde tantas veces
donde tantas veces
se despliega mi camino
mientras dejo que me abrace
mientras dejo que me abrace
con su vaho y su bruma.
Y así compartimos
Y así compartimos
la eternidad del tiempo,
un intervalo fabricado
un intervalo fabricado
de belleza e introspección.
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