Incorporado
a una nueva jornada
dijiste buenos días
reuniste un par de axiomas
preparaste el desayuno
te indignaron las noticias
tendiste la ropa
dijiste lo que corresponde
según las circunstancias
bajo el arco de una parábola
hábilmente calculaste
el espacio perfecto
y te sentaste a escribir
algunas líneas sobre un país
que en otro tiempo
estuvo lleno de esperanzas
pero te salieron palabras
como indignidad y felonía...
Hay un punto en el aire
hacia el cual se dirigen
todos los truenos
de la cólera que te invade
últimamente,
complejidades relacionadas
con un cierto sentido
del bien y el mal
que afortunadamente
aún no has perdido.
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