la mañana será un convite
de delicadeza renovada
y el mar, la luz y sus olores
penetrarán a través
de las abiertas ventanas
como un reclamo sutil
anunciando el nuevo día
de tranquilidad con nombre
a espuma de orilla acariciada
por los vaivenes del mar,
gotas de salitre incrustado
en la negritud de las rocas
y playas de arena nívea
presididas por la prestancia
orgullosa y digna del faro.
Ese es mi sueño de vida
y cuando la oportunidad
se presente y lo permita
quiero existir entre trocitos
de naturalezas relajadas
y una luminaria tan intensa
como insumisa, creada
para jugar con los días
en una postura ante la vida
que se vive con el éxtasis
que brota desde el alma.
Es la realidad de un sueño
que está ahí esperando,
falta que te sumes tú,
quién quiera que seas,
para gozar en compañía
con la mejor sensación
que imaginarse pueda:
El mar, la concomitancia,
el transcurrir de los días
convertidos en reflejo
de lo soñado por siempre
más lo que estará por venir.
1 comentario:
Buf! tendràs cola, Paco! espero poder entrar en la lista...
Publicar un comentario