cargado de trabajo,
lleno de obligaciones
que poco o nada interesan,
acechanzas del pasado,
visos de páginas, ecos, arritmias,
efectos del insomnio.
Ya es tarde, pesa el tiempo,
se acaba la jornada
y los ojos se cierran por si mismos.
Desganas, mirar el teléfono,
imaginar la noche que se acerca.
Dónde ayer, por qué se hizo humo.
Todo pasará, hay que seguir
aunque ardan los poemas.
Qué hacer con los abismos,
cómo se consigue abrir la puerta,
escuchar a los pájaros,
detenerse en los pedazos,
desvelar el pos que uno va siendo.
Dónde escarbar desde las uñas,
por qué escribir mirando atrás
y no hacia delante en la vigilia,
será porque el pasado
es tan reciente que aún
forma parte del ahora,
pero el hoy es hoy
y ha sido larguísimo...
1 comentario:
Que bonito poder sacar así los sentimientos. Bonito.
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