y soy yo el que se muestra
a la luz de tu mirada:
Al escribirte me describo,
Al escribirte me describo,
desnudo para ti las palabras
con la ilusión en la magia
con la ilusión en la magia
de amarnos cuando me leas.
Porque al leerme me tocas
y mis letras te traducen
el lenguaje de la piel
y las sílabas del cuerpo.
De esta manera
pretendo que nos acariciemos
y que los versos sean
el elemento en la distancia
mediante el cual
nos besamos y palpamos.
Soy yo el que te ama,
no el poema,
no son los versos:
es el sortilegio de mis manos
que trasladan su impaciencia
al caos de otro cuerpo
dolorosamente hermoso
y en cada sílaba leída
convierte en menos virgen
la poesía del alma.
Te escribo
porque eres lo que tengo
desde que perdí la tristeza
y quiero darte
la mitad de mi alegría
para que puedas restregarla
por cada poro,
en cada recodo ignoto
y dejar que te penetre
hasta la raíz misma
de tus ansias y fantasías.
Es un proceso
redactado con la urgencia
de otros poros,
que seducidos por tu imagen
los graba en los sentidos
para luego de escribirlos,
te lleguen y te llenen.
Pero soy yo,
son mi sed y mi hambre
condensados en un poema.
Por eso te escribo.
Por eso necesito que me leas
para que me ames.
3 comentarios:
Tendrías que dedicarte a escribir... siempre. Muy HERMOSO.
En eso estamos, en eso estamos...
Soy yo el que te ama,
no el poema,
no son los versos:
es el sortilegio de mis manos
que trasladan su impaciencia
al caos de otro cuerpo.....................es precioso ese trozo especialmente. intenso y hermoso lo que dices!
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