esperando que llegue
el momento soñado
que cambie nuestra situación
para mejor
sin pararnos a pensar
que si no hacemos
algo al respecto,
el cosmos tampoco
lo hará por nosotros.
Pero no es reprochable
el no atreverse
a buscar nuestra estrella
entre todas las que lucen
en una noche despejada...
No todos somos igual
de decididos,
no todos tenemos
la presencia de ánimo suficiente
para hacer algo al respecto
y lo dejamos en manos
de la suerte o del destino.
Pensamos que quizás
la suerte sea simplemente
un mecanismo que trace
los giros a la vuelta de la esquina
para que de pronto te tropieces
con la persona de tu vida,
o encuentres esa convicción
que te marque para siempre.
Lo cierto es que cada ser humano
es un libro que está por escribir
y el mundo cambia solamente
cuando desplegamos energías
para hacer algo al respecto:
Cada uno lleva dentro
su salvación o su condena,
y hemos de ser los dioses
responsables de nuestro sino.
1 comentario:
Precioso, com siempre.
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