Cuando estás conmigo todo fluye,
se confunden los deseos
y nuestros cuerpos se reconocen.
El mío sabe de una mujer
que es fuego en cada encuentro
y afecto todo el tiempo.
Después de un largo recorrido
ya no existen fronteras,
podemos sentirnos libres,
despojados
de los prejuicios del destino,
carentes
de los rencores del sufrir,
habiendo aprendido
que basta con amar lo suficiente
para poder besarse sin pedir perdón,
y que dos siempre renacen,
si es lo más desean.
Todo es un vaivén
por el que transitan nuestros días,
pero en ti está la química que nos une,
esa capacidad de desnudarme el alma,
de regalarme tantos sueños
que han quedado impregnados
entre las sábanas.
Contigo quiero vivir el hoy
para soñar juntos el mañana:
Si no fuese yo,
se confunden los deseos
y nuestros cuerpos se reconocen.
El mío sabe de una mujer
que es fuego en cada encuentro
y afecto todo el tiempo.
Después de un largo recorrido
ya no existen fronteras,
podemos sentirnos libres,
despojados
de los prejuicios del destino,
carentes
de los rencores del sufrir,
habiendo aprendido
que basta con amar lo suficiente
para poder besarse sin pedir perdón,
y que dos siempre renacen,
si es lo más desean.
Todo es un vaivén
por el que transitan nuestros días,
pero en ti está la química que nos une,
esa capacidad de desnudarme el alma,
de regalarme tantos sueños
que han quedado impregnados
entre las sábanas.
Contigo quiero vivir el hoy
para soñar juntos el mañana:
Si no fuese yo,
me envidiaría a mi mismo.
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