jueves, 3 de febrero de 2022

OPINIÓN: EL RÉGIMEN DE APARTHEID ISRAELÍ


Desde 1967, las autoridades israelíes han justificado la ocupación de los territorios palestinos afirmando que es temporal hasta que se pueda encontrar una solución pacífica entre israelíes y palestinos. Sin embargo, ya han pasado cinco décadas desde que los territorios fueron conquistados e Israel no muestra ningún interés en rescindir su control. Es imposible concluir lo contrario: la ocupación es una realidad permanente. Es la realidad de un Estado único con dos pueblos diferentes que viven en desigualdad de derechos. Israel ha violado el derecho internacional al trasladar a más de 650.000 de sus ciudadanos judíos a vivir en asentamientos en Cisjordania y Jerusalén Este. Estos asentamientos se levantan en zonas que cercan a los pueblos palestinos, de manera que fragmentan deliberadamente a estas comunidades con la finalidad última de evitar la posibilidad de un Estado palestino contiguo. En Jerusalén Este, las leyes de propiedad discriminatorias están obligando a los palestinos a abandonar sus hogares en una política de judaización de la ciudad respaldada por el Estado.

En el Área C de Cisjordania, las leyes de planificación discriminatorias se utilizan para expulsar a las comunidades palestinas de su tierra. Estas comunidades se ven desbordadas por la violencia a manos de los colonos desde los puestos de avanzada no autorizados (ilegales, incluso según la legislación israelí), mientras que sus perpetradores no se enfrentan a ninguna o casi ninguna consecuencia. Cualquier intento de resistirse al apartheid es sometido a una estricta vigilancia o criminalizado, como ejemplifica la falaz calificación de terroristas aplicada por el ministro israelí de Defensa a los grupos de la sociedad civil palestina e incluso a extranjeros que colaboran con entidades humanitarias.

Los sucesivos gobiernos de Israel, incluida la actual coalición, que se promocionó a sí misma como un alejamiento de la intransigencia de Netanyahu, han afirmado repetida y públicamente que no tienen intención de crear un Estado palestino. Esta realidad es la que ha empujado a un conjunto cada vez mayor de voces internacionales a condenar el control de Israel sobre los territorios por considerarlo un régimen de apartheid, conclusión a la que también han llegado algunas de las organizaciones pro derechos humanos israelíes e internacionales más destacadas, entre ellas B’tselem, Yesh Din, Amnistía Internacional y Human Rights Watch. Sin embargo, gran parte del debate en la comunidad internacional se desarrolla como si el comportamiento de Israel en los territorios ocupados pudiera separarse de la democracia liberal que existe dentro de la Línea Verde. Es un error. Sencillamente, no se puede ser una democracia liberal si se aplica el apartheid a otro pueblo. Es un contrasentido, ya que toda la sociedad israelí es cómplice de esta injusta realidad. El gabinete ministerial israelí para los asentamientos es el que aprueba cada uno de los establecimientos ilegales en los territorios ocupados. Son los tribunales israelíes los que ratifican las leyes discriminatorias dirigidas a expulsar a los palestinos de sus hogares en Jerusalén Este y de sus tierras en Cisjordania, mientras que los profesionales sanitarios prestan servicio más allá de la Línea Verde y los ciudadanos israelíes son los que, en última instancia, pagan los impuestos que financian la consolidación del control y la dominación gubernamentales sobre esos territorios. Entre el río Jordán y el mar Mediterráneo, es Israel quien priva permanentemente a millones de palestinos de sus derechos civiles y políticos. Es el apartheid israelí.

Hay dos posibles soluciones democráticas para resolver este estado de cosas. La primera es conceder ciudadanía e igualdad plenas a todos los que vivan bajo control israelí. Por desgracia, este escenario desembocaría en el fin de la mayoría judía y en la balcanización de todo el territorio, lo que aumentaría la probabilidad de un conflicto irresoluble. La segunda posible solución sería que Israel se retirara de los territorios ocupados y estableciera un Estado palestino que conviviera con él. Esto no solo aseguraría el reparto justo del territorio entre los nativos palestinos y el pueblo judío, perseguido desde hace miles de años, sino que garantizaría una solución sostenible al conflicto palestino-israelí y el final del apartheid. La situación sobre el terreno es una abominación moral. La demora de la comunidad internacional en tomar medidas de calado para que Israel rinda cuentas por el régimen de apartheid que está perpetuando es inaceptable.


POESÍA: TIEMPO PARA LA VIDA


Antes de quemarnos 

como chuletones usuarios

de este manicomio 

de coches, fábricas,

centrales nucleares 

y relojes sin tiempo 

podríamos intentar

escapar, parar 

y comenzar a no hacer nada. 


Porque este sistema

llamado capitalismo

es enemigo de la vida, 

nuestra vida debe ser

enemiga suya

para que haya tiempo

para todo, 

para que el único desperdicio 

sobre la faz de la tierra

y el hombre sea de tiempo:


Tiempo para la Asamblea, 

para la Democracia, 

para lo durable, 

para las sinergias, 

para el respeto, 

para el relax, 

para la vida reparada 

al lado del erizo, el cisne,

el murciélago, el petirrojo 

volando entre jirones de ozono. 


Tiempo para cumplir años, 

para estar bien informado, 

para evitar las metas,

los límites, las fronteras... 


Porque apenas nos queda

tiempo para seguir 

equivocándonos. 

Escapa, apaga tu muerte, 

llénate de lentitud,

de calma, de festividad

de sentido, 

porque ese es el tiempo

para la vida, 

el que se expande

a medida que se regala, 

si queremos que tenga

un para qué, un fin 

antes del fin, más allá del fin

al que nos tienen destinados.



miércoles, 2 de febrero de 2022

REFLEXIÓN: CUMPLIR AÑOS


No sé si también les pasa, pero a mi, a medida que voy cumpliendo años, la necesidad de celebrarlo se me ha ido haciendo cada vez más modesta. Seguramente porque cuando llegas a una determinada edad, empieza a pesar más en la balanza el peso de lo pasado que lo que está por venir. En ese aspecto de la cuestión, el tiempo no es en absoluto algo relativo, bien al contrario tiene un peso decisivo que se debe valorar. Y esa novedad le da un cierto reguste  de tristeza a la celebración que antes no existía. Lo mejor de todo es sentir que, a pesar de quien eres y lo que eres, levantas la mirada después de apagar la vela y sientes que no tienes que pedir ningún deseo, porque lo que más amas de la vida lo tienes contigo: el cariño de los tuyos, la suerte de tenerlos a tu lado. Eso es lo que sí que vale la pena celebrar. Doy gracias por seguir cumpliendo años con ellas a mi lado. 

POESÍA: AMAPOLA


Antes de que la luz

llegue a su ansia

muy de mañana,

de que el pétalo se haga

voz de niñez,

vivo tu sombra alzada

y sorprendida

de humildad, nunca oscura, 

con su trino hacia el cielo,

herida y conmovida

a ras de tierra.

Junto a la hierbabuena,

este pequeño nido

bello por lo sencillo,

que está acariciando

el campo, dentro

casi del surco,

amapola te llaman. 

tú, con tu sombra

sin desesperanza,

estás adornando

la mirada

de quien te admira

y que ha venido

a hacerte compañía... 

Para que no te sientas sola.

OPINIÓN: HARTO DEL BENIDORM FEST


Ando ya un poquito harto de toda esa movida montada a causa de un puñetero festival de música al que no he hecho ni caso, pero del que me tengo que tragar toda una estúpida campaña a causa de un veredicto que ni me va, ni me viene. Lo más increíble es que la clase política ha entrado de lleno en el tema, como si este país no tuviese suficientes problemas de los que ocuparse y han contribuido a agigantar este insólito programa de telerealidad que le ha absorvido el seso a tanta gente. Desde el Presidente de una Comunidad Autónoma, hasta grupos del Congreso, alguna ministra, e incluso un sindicato como Comisiones Obreras han colaborado para hacer cada vez más grande esta absurda bola de nieve que no conduce sino a que se volverá de cualquier manera a hacer de nuevo el ridículo en un Festival de Eurovisión al que hace ya tiempo que se le ha pasado el arroz y no interesa salvo a los que se dejan influenciar por campañas de marketing estratégicamente manipuladas. Y mientras, a nadie parece importarle que la buena música haya desaparecido de la programación de las cadenas televisivas generalistas, e incluso que rtve haya hecho añicos la cadena Radio 3 que tanto hizo durante años por la música independiente en este país. Si tanto preocupan supuestas injusticias cometidas contra algunas participantes del Benidorm Fest, ¿dónde está el apoyo al resto de músicas y músicos que a trancas y barrancas intentan sobrevivir con su trabajo? Si se me permite, yo mismo respondo a la pregunta: en ninguna parte. 

Dicen que las lágrimas más potentes se derraman por un pequeño incidente mientras pasa una catástrofe aún mucho mayor. Como quien moquea por un vaso roto en pleno divorcio. Para eso se debieron inventar las redes sociales: para llorar tragedias chiquitas en plena debacle. Puede que ahí afuera la tensión dominante la dicte el terror a un virus y una guerra inminente, pero aquí dentro se vivirán sentidas terapias grupales por cualquier otro detalle. Rebosaremos lágrimas en caliente, pero también quedarán las que nunca se enfrían. Esas son las más peligrosas. Como los torrentes del Benidorm Fest, que nos ha dejado suspendidos en bucle durante días gritando en círculos, retorciendo opiniones de sociopolítica por haber perdido la teta y la pandereta en un concurso de canciones en el que antes siempre primaba la diversión. Ese es uno de los peligros de llorar en las redes: lo que separa esa sensación de comunión instantánea de la del berrinche delirante apenas dura tres asaltos, pero a mi me ha cabreado mucho más que todo lo que haya podido ocurrir en el propio festival. 

martes, 1 de febrero de 2022

AFORISMOS DE CINE


Las aceras diarias necesitan paseantes de celuloide.

La esencia de la verdad recuerda al travelling; no deja de ser un desplazamiento de cámara sobre el escenario.

Transparencias, iluminación artificial, maquetas, pirotecnia... Efectos visuales del enamoramiento.

Los patios de butacas huelen a humildad.

Las promesas nacen con el latido de una banda sonora.

Hay gente cuyo nombre merece un papel de protagonista.

Hay protagonistas que no merecen ser recordados. 

La nostalgia es un actor de cine mudo; solo recuerda rodajes de la época dorada...

Mi madurez esconde en su bobina un limitado metraje.

POESÍA: INVERNAL


Dedos de luz menuda

entre los árboles.

El paisaje en verde

contiene las palabras

que la lluvia

y la nieve allá en lo alto

han traído:

Invernal.


Es la última tarde de enero.

Las cosas son tan bellas

que la calima

intenta apaciguarlas

para que no dañen

nuestros ojos. 


POESÍA: TERCEMUNDISTA


El tercer mundo tiene

una expresión geopolítica, 

pero en literatura

también existen

los tercermundistas:


Los que no estarán nunca

en las librerías, 

los que no son invitados

a las ferias, 

los que no publican

con las grandes editoriales,

los que simplemente

no publican nunca. 


Yo, por mi parte, 

decidí conscientemente

formar parte de ese grupo, 

entiendo perfectamente

las dos circunstancias

que me hacen tercemundista:


1.   El negarme a que un

supuesto entendido en el tema

valore si lo que escribo

tiene la calidad suficiente

para ser leído.

De la manera en que lo hago,

publico lo que quiero. 


2.    Ser poeta:

esa manera

de fracasar en la vida

y, sin embargo,

ser socialmente aceptado. 

Y, lo que resulta aún

mas asombroso,

¡en algún caso hasta admirado!