lunes, 1 de diciembre de 2025

POESÍA: EL FALLECIDO


Llevaba años 

atesorando soledad, 

compartiendo 

olores con ella,

llenándola 

de objetos inútiles

lisiados de vida

y tullidos de alma.


Vagaba buscando 

sus riquezas

entre los deshechos 

de otros,

llenando su hacienda 

de inerme compañía,

que buscaba y llamaba

a millones de insectos,

ratas y otros vectores 

infecciosos.


Recorría los pasillos 

de la loca abundancia 

tarareando la letanía

que acompañaba 

sus pasos cotidianos.


Si hubiera habido

espacio sobre el sofá

se habría podido 

sentar a recordar

los brazos que una 

vez le amaron.


Si hubiera habido

espacio sobre la mesa

habría invitado 

a sus recuerdos 

a subsistir

con los manjares 

de la desidia.


Si hubiera habido

espacio en el baño

habría enjuagado 

sus evocaciones tristes,

lavando las vergüenzas.


Si lo hubiera habido

sobre la cama

habría retomado 

sus sueños

y desarropado las nostalgias.


Pero en esa casa…

ya no había sitio 

para nada que no fuera

la soledad densa del aire

y las penas de la pituitaria.


Entre aquella marabunta

solo hallaron un rincón

extremadamente

bien cuidado, 

donde guardaba

los pocos recuerdos

que pudo conservar

de aquél hijo que no veía

desde hacía tantos años. 


Fue precisamente allí 

donde encontraron 

el cadáver. 


No hay comentarios: