Atrévete a saltar
hacia adentro,
a aspirar tus alas
y a emprender el vuelo,
a escalar tus bordes
y a verter al mundo
tu intestino prieto.
Atrévete a brincar
los pies al centro,
a respirar tus dudas
y a esnifar tus miedos,
a balancear la vida
y quemar los latidos
de tu corazón quieto.
Atrévete a comerte
el precipicio desde abajo,
a rasgar el aire
y a arañar el cielo,
no existe exhalación
sin inhalación previa.
Atrévete a soñar
lo perplejo,
a recoger en la mañana
la premonición
de tus sueños,
eres quién serás
y por eso eres.
Lánzate al encuentro,
reencuentro y cobijo
de tu latido primero,
tu hipocentro
no esperará para siempre.
Conmuévete por dentro,
conmuévete hacia afuera,
conmuévete
y sobre todo después
abalánzate,
precipítate,
arrójate;
atrévete y ve
a vivir tu vuelo.

No hay comentarios:
Publicar un comentario