Hace mucho
que no veo luciérnagas.
Cuando vuelva al campo
las buscaré,
supongo que se esconden
de nosotros a pesar
de su extrema dificultad
para camuflarse,
habrán aprendido
el peligro que somos
para cualquier ser vivo.
Si no las encuentro
miraré al cielo,
es bueno saber
que las estrellas
de momento están
a salvo de los humanos.

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