sábado, 5 de julio de 2025

OPINIÓN: UNA SANCIÓN ESCANDALOSA

Activistas ondean banderas palestinas en el partido de baloncesto entre el Gran Canaria y el Happoel Tel Aviv. 

Un grupo de activistas ha  recibido propuestas de sanción de entre 1.500 y 5.000 euros por aplicación de la Ley de Seguridad Ciudadana, la llamada Ley Mordaza, tras protestar contra la guerra en Gaza durante un partido  en el Gran Canaria Arena de la Eurocopa de Baloncesto entre el Gran Canaria y el Happoel de Tel Aviv. Los activistas se limitaron a sacar banderas palestinas para protestar porque a equipos de un país que está cometiendo un genocidio se les permita participar en competiciones deportivas europeas. La policía les desalojó del recinto deportivo y les tomó los datos personales. Y ahora, en aplicación de una Ley que el gobierno prometió repetidamente derogar, reciben una sanción administrativa impuesta por el Ministerio del Interior, después de rechazar todas las pruebas presentadas por las diferentes personas multadas en los acontecimientos, dando por buena exclusivamente la versión policial que les acusa de realizar actos violentos. El Delegado del Gobierno, Anselmo Pestana ha declarado al respecto que las leyes en vigor, como la de Seguridad Ciudadana, han de aplicarse y ha defendido que se respete a los equipos que participen en cualquier competición, sin mezclar deporte con otras cuestiones.

O sea, que el gobierno español presume a nivel internacional de colocarse a la vanguardia de las condenas a Israel por el genocidio que está perpetrando en Gaza, pero se pone a la misma altura que el Trumpismo a la hora de reprimir acciones populares de protesta por las mismas razones, aplicando sin problema alguno una Ley que se había comprometido a derogar por antidemocrática y que sigue estando en vigor. Y el delegado del gobierno argumenta que no se debe mezclar el deporte con otras cuestiones, cuando  el estado español ha apoyado la decisión tomada en su día a nivel internacional de prohibir la participación de equipos rusos en cualquier competición deportiva por el ataque militar de ese país contra Ucrania. 

Una vez más, el Ministerio del Interior da muestras de que con Grande Marlaska al frente adopta medidas más propias de prácticas fascistas y de persecución ultraderechista que de un gobierno que se declara progresista: estas sanciones son de tipo administrativo, se imponen al margen de cualquier participación judicial y dando veracidad de manera automática a los informes policiales. 

Y todo esto por sacar unas banderas palestinas durante un partido de baloncesto. Pedro Sánchez podría pasarle a Donald Trump un informe del asunto la próxima vez que se reúnan, seguro que le haría sumar puntos ahora que parecen llevarse tan mal. Pero por lo que se ve, en lo referente a cuestiones represivas no son tan diferentes. Y, por cierto, esperando estoy la reacción de Sumar ante este asunto, al fín y al cabo están en el mismo gobierno que Marlaska y Pedro Sánchez. El progresismo se demuestra con hechos, no con palabras tantas veces vacías de contenido. 

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