sábado, 26 de abril de 2025

POESÍA: DESEOS


Duermo tranquilo 

que lo que tenía que ser 

ya se ha cumplido.

Enfilo la última etapa

con salud y esperanza, 

me derramo

sobre otras vidas:

de mis hijas, de mi nieta, 

de gente cercana, 

que a su vez se derrama

sobre el claro fluir 

de nuestras vidas.

Nuestras vidas 

son ríos de leche y miel,

garrafas desbordadas 

de vino milagroso

y cántaros colmados 

de aceite virgen.

Vivimos para no ahogarnos

solos en cada alegría

o desesperanza.

Nunca falta el pan,

ni la palabra como otra 

fuente escondida.

A veces la miseria 

afila su espada,

pero hay tanto rocío,

tanta savia 

que corre y estalla

en rosas

y dulcísimos membrillos.

Quiero enviarles 

toda mi riqueza

que es toda mi pobreza 

con zapatos para desandar 

entre farolas

el laberinto amable 

del pequeño mundo

en que vivo.

¿Está bien que haya 

orden en el sueño,

aunque falte justicia 

en el mundo? 

Que al menos duerma

tranquila la infancia

y que los dioses escuchen

los ruegos y pedidos 

de este padre y abuelo, 

que son ya los pocos 

deseos de un poeta.

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