Un hombre sabio,
mirando las estrellas
cruzar el cielo,
comentó:
en las capas superiores
de la atmósfera
las luciérnagas se mueven
con mayor lentitud,
no tienen prisa
por llegar a ningún lado.
Me gustaría
hacer como ellas...
Luego hizo un gesto
señalando a su alrededor
y dijo:
Aquí abajo
no quiero patria
ni clamor de banderas
solo campos.
Y mar.
Y hombres descalzos
con la planta de sus pies
atrincherada
a la honradez de la tierra
y dejando
que alce el vuelo
la esperanza
de un mundo mejor.
Ser fértil caminar
semilla que sacie,
eso
nada más y nada menos,
eso quiero.
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