No te levantes de la tumba
ni abordes la barca
en el trayecto opuesto
nunca
se regresa al mismo sueño.
Espérame
no te levantes
yo no necesito
ataúdes ni zapatos
ahí abajo se pierde
la cartografía
en el baile que da
aliento a los temblores.
Ni se te ocurra
muerto
ni se te ocurra
¿acaso no recuerdas
las afrentas de la burocracia?
¿el puño o la náusea?
Espérame
no quiero perderme
en una selva
sino ser la selva
dar mi cuerpo a las moscas
escarabajos de la noche
mientras aguardo
el beso tibio
de las larvas.
Sigue durmiendo,
muerto
sigue durmiendo.
La vida es una herida
impredecible
semejante a los parásitos
y he de beber ese fuego
aunque me extinga,
pero tú ya estás a salvo.
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