miércoles, 29 de enero de 2025
REFLEXIÓN: TODO ES MUY COMPLICADO
Buscar trabajo: está muy complicado. Montar un negocio: está muy complicado. Sacar una oposición: está muy complicado. Comprar una casa, incluso alquilar un piso decente: está muy complicado. Llenar el carrito de la compra: está muy complicado. Tener hijos y poder criarlos sin miedo al futuro: está muy complicado. Llegar a fin de mes, organizar unas vacaciones o simplemente disfrutar de pequeños lujos: todo está muy complicado. Morir cuando vivir se convierte en un sufrimiento insoportable: está muy complicado. El sistema, las trabas, las exigencias… nos ahogan. Te piden experiencia sin darte una primera oportunidad, dinero cuando no tienes de dónde sacarlo, tiempo cuando estás al límite. Todo parece diseñado para que, al final, sobrevivir sea una lucha diaria. Nos dicen que no nos rindamos, que perseveremos, pero nadie habla del cansancio de luchar contra un mundo que cada día complica más lo que debería ser simple: vivir. Y entonces te das cuenta de que el problema no somos nosotros, sino los que deberían estar para facilitarnos la vida (incluso la muerte) y a lo que se dedican es exactamente a lo contrario. Tener un proyecto de vida e intentar llevarlo a la práctica, incluso fracasar y vivir una alternativa que ni siquiera habíamos imaginado no debería ser un privilegio, ni una carrera de obstáculos innecesarios.
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