He creado una isla,
una isla sola en medio
de un Atlántico propio
donde naufrago
intencionadamente
los días de laxitud
tras cada guerra.
He creado una isla
de apacible rutina,
de rebeldía controlada
en la que espero
que las tormentas
me respeten
y los vientos del norte
se apacigüen.
A veces sueño
que alguien busca mi isla
palpando en silencio
el dique de los puertos.
De océano en océano.
De playa a playa
solitaria y quieta.
Y quiero informarles
que serán bien recibidos,
siempre y cuando
respeten la paz
que intento construir
y su intención no sea
conquistar nada.
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