Qué lugar ocupa esta leve
construcción de síntomas
asida al cuerpo
dentro de la jerarquía
de los seres y los objetos.
Desde una altura sospechosa
alguien tal vez debilita
el músculo, lo abre y coloca
en su interior una bolsa
de luz ya conocida:
es el dolor que nos iguala
y nos mantiene increados
en un país de pura nada.
La existencia es tan solo
el marco de lo terrible
y lo terrible es innumerable,
una piel cerrada al aire.
Las leyes y las figuras
son simples advertencias
de la muerte y su dominio
y todo lo que alcanza.
Algún día vendrá su misterio
con una malla de nieve
y no se irá porque
llegará para quedarse.
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