jueves, 2 de enero de 2025

PINTURA: MUNCH


El escenario más importante de los “dramas” de Edvard Munch es Aasgaardstrand, una pequeña aldea de pescadores situada al sureste de Oslo cuyo balneario ya había sido descubierto por otros pintores antes que él. En el verano de 1889, nuestro autor alquiló allí una cabaña de pescador que terminaría adquiriendo en 1897.

La voz (Noche de verano o Sueño de una noche de verano) es una serie pictórica del pintor noruego Munch que ejecutó en dos pinturas y cuatro reproducciones entre los años 1893 y 1898. El motivo muestra a una mujer ante al espectador frente a la costa noruega. A menudo se ha interpretado como el despertar sexual de una adolescente.

En la primera versión una mujer joven con un vestido blanco aparece sola en un bosque. Al fondo se puede ver una costa y en el agua se refleja la luna amarilla – o el sol bajo – en un largo reflejo. Una barca flota en el agua con una pareja a bordo. Los brazos de la mujer en primer plano están cruzados detrás de su espalda, su cabeza hacia atrás y el torso hacia delante. Sus ojos muy abiertos miran directamente al espectador. Los títulos alternativos permiten ubicar la escena en una noche de verano nórdica, una de las llamadas “noches blancas”, en que incluso de noche hay una luz pálida, denominada “luz fantasmal”.


En la repetición del motivo de 1896, la joven ha pasado a primer plano. Es más joven, rubia y con el cabello suelto. En general, esta versión posterior se caracteriza por una mayor libertad pictórica y una aplicación de pintura fuerte y fresca. Generalmente se interpreta la obra como el despertar sexual de una adolescente. Vestida de blanco, el “color de la inocencia”, la joven irradia anhelo y miedo al mismo tiempo. Atraída por el ajetreo y el bullicio de los jóvenes en los botes, inconscientemente lo sugiere en su pose con los pechos erguidos. La columna lunar actúa como un símbolo fálico.

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