HISTORIAS MÍNIMAS: VIDAS QUE PESAN

La misma alarma, el mismo café con leche templada, el mismo transporte público, la misma música de fondo, la misma pieza de fruta, el mismo ritmo de vértigo, la misma tarea fuera de hora, la misma amenaza velada, la misma ansiedad, los mismos temores, la misma alerta de email, el mismo sonido de teléfono, el mismo suspiro en el baño, la misma silla, el mismo malhumor del jefe, la misma cita cancelada, el mismo ruido en la calle, el mismo clic de guardar documento, el mismo cielo al salir que al entrar, el mismo transporte público, la misma música de fondo, la misma tristeza al llegar a casa, la misma cena, la misma televisión encendida, el mismo carrusel de salud mental, la misma pastilla, la misma pesadilla, la misma alarma... Y la misma vuelta a empezar.