lunes, 26 de agosto de 2024

REFLEXIÓN: MIEDO


Como otras construcciones mentales, el miedo es también abstracto. Si yo dijera espada, notarías el frío inmediato del metal a través de la línea de la columna. Pero si dijera mandoble, tu reacción sería de extrañamiento. Si yo dijera, fusil, levantarías en alto los brazos. Pero si dijera espingarda arrugarías el entrecejo como ante una insolencia. Si yo dijera escudo, sentirías una inusitada seguridad. Pero si dijera adarga, volverías a quedar a merced del enemigo. La palabra espada no cercena la carne. La palabra fusil no hace fuego. La palabra escudo no ampara. Sin embargo, la palabra miedo anticipa el miedo. Como anticipa una semilla la certeza del membrillero o del olivo. Escuchas la palabra miedo, y sin saber cómo, ni porqué, empiezan a sudarte las manos.

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