miércoles, 14 de agosto de 2024

POESÍA: ESO


Lo que huye.

Lo que ya no prescribe

a pesar de la huida.

Lo atrapado.

La mesa o el jarrón,

el labio o el diente,

la cabeza de ajo,

los ojos del terror

y la amorosa

entrega de otros ojos.

La ceja

enarcada de pronto,

sorprendido gesto

que remata

la duda indefinida.

La mano que te toca.

También 

la que te palpa el alma.

La lluvia.

Los abrigos sombríos

de la duda y del miedo.

Ese vehículo que atraviesa

la noche indiferente,

tantas noches

también indiferentes.

El poema.

El arte. 

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