No me pidas
que explique mis versos,
yo solo me limito
a escribirlos, alimentarlos,
desbrozarlos y soltarlos
para que vivan su vida
y recorran el mundo.
Los dejo andar
por las venas
que ellos mismos
elijan como su camino,
solo a veces
los observo desde lejos
e imagino como crecen
deambulan o se esconden
entre las rendijas
de los hambrientos
párpados
de quienes los reciben.
Y me gusta pensar
que son amados,
que los cuidan
que pueden sacudir,
golpear, acariciar
y develar una sonrisa,
que con sus propias lanzas
horadan corazones
y estimulan sentimientos.
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