Querido niño al que he visto morir por la tele, al igual que seguramente han hecho miles de personas más: Supongo que debes tener unos cinco años. Y empleo el término debes porque sigues con nosotros, aunque lamentablemente en un lugar muy diferente y distante al que estabas acostumbrado.
Lamentablemente ahí te esperan muchas niñas y niños que han vivido tu mismo horror y se han tenido que ir malheridos y asustados. También hay adultos, miles de unos y de otros. A ti te ha tocado ir al lado de los buenos, así que la estrella que te toque te llevará a un lugar seguro y en paz. Si tu mamá o tu papá, tus hermanitas o hermanitos, se fueron antes que tú, has de saber que te reunirás con ellos en cuanto las respectivas estrellas establezcan la conexión.
Tu último aliento dejó un vacío en La Tierra que solo las niñas y niños que jueguen felices podrán llenar. Intentaremos ayudarles para que puedan hacerlo y así tu luz brille intensamente. Ahora eres una estrella y, ¿sabes qué? Dicen que las estrellas nuevas brillan tanto que pueden llenar de paz el corazón de los hombres. Así que tu valentía puede ayudarnos a ser mejores personas. Pero sobre todo, por favor, perdónanos por no haber sabido impedir ni buscarle una solución a la tragedia en que está sumido tu pueblo.
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