domingo, 14 de abril de 2024

POESÍA: EL CLARO DEL BOSQUE



He terminado

por aprenderlo

porque no queda otra:

Tampoco se trata

de quedarse mudo

y no hacer nada. 

Es un albur

que la exigencia,

el denuedo, la refriega

lleven al silencio

pero quedarse callado

no es consentir.

Un tiro por la culata,

la expresión herida,

sin consuelo,

pero gráfica

pueden ser inevitables. 

Pero no se trata

de no tomar riesgos.

Más bien

asomarse al bosque,

permanecer en el claro,

apuntar pensamientos 

al blanco

y tomar decisiones

sin dañar en lo posible

porque de nada vale. 

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