Aproximadamente entre 1885 y 1890 Camille Pissarro, siempre abierto nuevas experiencias estéticas para dar cauce a su creatividad, conoció a los jóvenes Signac y Seurat, que ensayaban una nueva técnica que llamaron puntillismo o divisionismo. Se basaba en aplicar la pintura sobre el lienzo en pequeñas pinceladas yuxtapuestas de colores puros (como un mosaico). Esta técnica requería de un detallado estudio previo de las combinaciones de colores más adecuadas para conseguir el efecto buscado.
Recogiendo Manzanas es una obra pintada durante su periodo neoimpresionista. Proporciona una estructura en la que toda la vista se mira audazmente desde un ángulo de modo que apenas se puede ver el cielo y se acopla con las tres mujeres. Se podría suponer que le dio mucho pensamiento creativo a la composición. Se genera un claro contraste entre el área iluminada por el sol y la sombra mediante el uso de colores brillantes.
Los puntos de rojo, azul, verde, rosa, lavanda, naranja y amarillo crean una escena estilizada y cuidadosamente equilibrada de recolección de manzanas en la campiña francesa. Las figuras trabajan bajo la sombra de un gran árbol cuyos bordes crean un patrón decorativo en primer plano, y las pequeñas pinceladas de colores puros y vibrantes crean el efecto deslumbrante del brillante sol de la tarde. Los puntos de color, colocados muy cerca unos de otros, se confunden con nuestro ojo más que con la superficie del lienzo. Esta exploración del color y la óptica se conoció como neoimpresionismo o puntillismo.
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