Reconozco que por mis palabras campan la rabia, la extrañeza, la soledad, las miradas y ausencias... Y muchas veces, el pesimismo. Lo siento, pero no pienso pedir disculpas por la falta de compasión: Si la ocasión lo merece, también se desbordan las mejores emociones.
jueves, 22 de febrero de 2024
HISTORIAS MÍNIMAS: SOLEDAD
Sentada en aquella cafetería, se miró al espejo interior y le pareció de pronto que toda su existencia era un mundo extraño y solitario, un modelo continuo de los cuadros de Edward Hopper.
No hay comentarios:
Publicar un comentario