Hoy se ha publicado una estadística terrible: 25.000 palestinas y palestinos han muerto desde que se inició el ataque de Israel a Gaza. Un 70% de esa cifra son mujeres y menores. Las imágenes que nos llegan son desgarradoras, pero nada se hace para detener la matanza. Desde este pequeño rincón amante de la poesía, mostramos nuestras manos llenas de versos en favor de la paz y de apoyo sin fisuras a la causa palestina:
de mujeres que nunca
lograron pasar de los 40.
Borradas:
de una forma u otra.
Balas o recuerdos de balas.
Nos las robaron.
Eran las personas
equivocadas,
de la religión equivocada,
en un Estado diseñado
para la exclusividad.
Instalado
sobre la tierra y la piel.
Cada vez que respiro…
Soy cada uno de sus suspiros
junto a una ventana.
Cada viaje en autobús
a la sala de espera
de una cárcel.
Cada abrazo
lo suficientemente largo
para ser interrumpido
por un soldado.
Cada mano temblorosa
que busca entre las ruinas.
Están conmigo. Me llevan.
Soy tres generaciones
de mujeres que lo lograron.
Cada vez que inspiro.
Cada vez que exhalo.
Lo lograron. Lo logramos.
Autor: Rafeef Ziadah
Ilustración: Sliman Mansour,
“Farewell” (2014)
Hoy,
mi cuerpo
fue una masacre televisiva
que tuvo que adaptarse
a clips de sonido
y limitación de palabras,
Hoy,
mi cuerpo
fue una masacre televisiva
que tuvo que adaptarse
a clips de sonido
y limitación de palabras,
lo suficientemente
rellenas con estadísticas,
contadores, medidas, respuestas
para las que he tenido
que perfeccionar mi inglés
y he aprendido mis resoluciones
de las Naciones Unidas
pero aún así
él me ha preguntado
“Srta Ziadah
¿no piensa que todo se arreglaría
si dejasen de enseñar
tanto odio a sus hijos?”
Pausa.
Busqué dentro de mí la fortaleza
para ser paciente,
pero la paciencia no está
en la punta de mi lengua
mientras las bombas
caen sobre Gaza.
La paciencia simplemente
se ha escapado de mí.
Pausa.
Sonrisa.
Nosotros enseñamos vida,
señor.
Rafeef
recuerda sonreír.
Pausa.
Nosotros enseñamos vida,
señor.
Nosotros, los palestinos
enseñamos vida
después de que ellos,
hayan ocupado el último cielo.
Nosotros
enseñamos vida
después de que ellos
hayan construido sus asentamientos
y sus muros del Apartheid,
después del último cielo.
Nosotros enseñamos vida,
señor.
Pero hoy, mi cuerpo
fue una masacre televisiva
fabricada para adaptarse
a clips de sonido
Hoy,
mi cuerpo
fue una masacre televisiva
que tuvo que adaptarse
a clips de sonido
y limitación de palabras,
Hoy,
mi cuerpo
fue una masacre televisiva
que tuvo que adaptarse
a clips de sonido
y limitación de palabras,
lo suficientemente
rellenas con estadísticas,
contadores, medidas, respuestas
para las que he tenido
que perfeccionar mi inglés
y he aprendido mis resoluciones
de las Naciones Unidas
pero aún así
él me ha preguntado
“Srta Ziadah
¿no piensa que todo se arreglaría
si dejasen de enseñar
tanto odio a sus hijos?”
Pausa.
Busqué dentro de mí la fortaleza
para ser paciente,
pero la paciencia no está
en la punta de mi lengua
mientras las bombas
caen sobre Gaza.
La paciencia simplemente
se ha escapado de mí.
Pausa.
Sonrisa.
Nosotros enseñamos vida,
señor.
Rafeef
recuerda sonreír.
Pausa.
Nosotros enseñamos vida,
señor.
Nosotros, los palestinos
enseñamos vida
después de que ellos,
hayan ocupado el último cielo.
Nosotros
enseñamos vida
después de que ellos
hayan construido sus asentamientos
y sus muros del Apartheid,
después del último cielo.
Nosotros enseñamos vida,
señor.
Pero hoy, mi cuerpo
fue una masacre televisiva
fabricada para adaptarse
a clips de sonido
y limitación de palabras.
Pero, danos tan solo
una historia,
una historia humana
sabes,
esto no es política
nosotros tan solo queremos
hablarle a la gente sobre ti y tu gente
así que danos una historia humana
no menciones las palabras
Apartheid y ocupación
esto no es política
tienes que ayudarme,
como periodista,
a ayudarte a contar tu historia,
la cual no es una historia política.
Hoy, mi cuerpo
fue una masacre televisiva
¿qué hay si nos das la historia
de una mujer de Gaza
que necesita medicación?
¿Qué hay acerca de ti?
¿Tienes “los huesos
lo suficientemente rotos”
para cubrir a tu hijo,
entregarme a tu muerto,
y darme la lista de sus nombres
en un límite de 1200 palabras?
Hoy, mi cuerpo
fue una masacre televisiva,
fabricada para adaptarse
a clips de sonido
y limitación de palabras,
y movido por aquellos insensibles
a la sangre de terroristas.
Pero ellos lo sienten.
Lo sienten
por el asedio sobre Gaza.
Así que les di las resoluciones
de las Naciones Unidas
y las estadísticas,
y lo condenamos,
y lo lamentamos,
y lo rechazamos.
Esto no son dos bandos iguales,
ocupante y ocupado,
y un centenar de muertos,
dos centenares de muertos,
y un millar de muertos
y entre medio de este
crimen de guerra y masacre,
he construido palabras
y sonrisas no exóticas,
sonrisas no terroristas,
y conté y reconté,
un centenar de muertos,
dos centenares de muertos,
un millar de muertos,
¿hay alguien ahí fuera?
¿Habrá alguien que escuche?
Desearía poder llorar
sobre sus cuerpos,
desearía poder correr
a cada campo de refugiados
y sostener a cada niño,
taparles los oídos para que no
tengan que escuchar
el sonido de las bombas
por el resto de sus vidas,
como yo hago.
Hoy, mi cuerpo
fue una masacre televisiva
y dejarme decir que
no hay nada que
vuestras resoluciones
de las Naciones Unidas
hayan hecho
jamás sobre esto
y ningún clip de sonido
que haga
no importa
cuan buen inglés tenga,
ningún clip de sonido,
les devolverá
a la vida,
ningún clip de sonido
arreglará esto.
Nosotros enseñamos vida,
señor
Nosotros enseñamos vida,
señor
nosotros los palestinos
nos levantamos cada mañana
para enseñarle al resto del mundo
Vida, señor.
Autor: Rafeef Ziadah
Ilustración: Sliman Mansour, “Rituals under occupation” (1989)
2 comentarios:
Te conmueve el desgarradory más que cuerdo poema , "....no piensa que todo se arreglaría
si dejasen de enseñar
tanto odio a sus hijos?”
Pausa.
Busqué dentro de mí la fortaleza
para ser paciente,
pero la paciencia no está
en la punta de mi lengua
mientras las bombas
caen sobre Gaza..." Y qué podemos hacer,uff. Manifestarnos, compartir .. qué poco hace David contra un Goliat rnvuelto en dinrro, armas y odio
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