¿Quién soy?
¿Acaso yo?
¿Acaso tú?
¿Acaso nosotros?
¿Soy mi yo,
un ente individual,
o un producto más
de una conciencia
creada entre todos?
Reconozco que por mis palabras campan la rabia, la extrañeza, la soledad, las miradas y ausencias... Y muchas veces, el pesimismo. Lo siento, pero no pienso pedir disculpas por la falta de compasión: Si la ocasión lo merece, también se desbordan las mejores emociones.
3 comentarios:
Todos llegamos a ser entes, irreconocibles, delante los espejos.
En cada cerebro y en cada alma, seguimos siendo luz, hasta que se nos borra el cerebro y nos queda la luz o energía pura.
Somos simples máscaras vivientes, imaginarios en constante transformación.
En esta plataforma no nos importa la carne sino el alma.
Admiro tu sabiduría y tu alma transparente.
Un abrazo grande amigo.
No sé qué decirte... Salvo darte las gracias por esas palabras. En realidad no soy ni mejor ni peor que otros. Pero sí tengo la impresión, y eso trato de reflejar en las preguntas de este poema, que no mejoramos con los años. Que la interacción con los demás nos influye para peor y terminamos traicionando aquello que quisimos ser muchos años atrás. Quizás es que ya he acumulado el suficiente número de años a la espalda como para hacer balance y darme cuenta de ello. Abrazos, amiga.
Pienso que, los seres humanos, venimos de una misma plantilla y aunque tengamos la influencia social y nos desviemos de nuestro propósito inicial, en un momento dado, nos volvemos a alinear con nuestro Yo y ... el instante en que brille la Luz, en nosotros,(muerte) tendremos resiliencia y paz interior.
Se nota que eres un hombre inteligente y sensible.
🤗👋
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