domingo, 14 de mayo de 2023

EJEMPLO DE VIDA: LA COLECCIÓN 'EL PINTOR'


Entre 1941 y 1944, durante la ocupación alemana de Países Bajos, una colección de libros y juegos infantiles publicados bajo el nombre de El Pintor alivió la vida de miles de niños holandeses. Con hermosas ilustraciones y páginas desplegables, lograron ediciones de 10.000 ejemplares a escala local. En Alemania, donde también se publicaron traducidos, hubo tiradas de hasta 60.000. 


Detrás de El Pintor hay una historia de valor y compromiso personal, ya que sus responsables fueron la ilustradora Galinka Ehrenfest, de padre judío, y su esposo, Jaap Kloot, de familia judía. Como se les impedía trabajar debido a su origen, utilizaron el seudónimo en español para publicar y ayudaron a sus compatriotas escondidos con los ingresos obtenidos. Sus vivencias han sido recogidas por la escritora holandesa Linda Horn, y una veintena de aquellos libros han sido adquiridos por un particular en la Feria Internacional del Libro Antiguo de Nueva York. El comprador tiene la intención de donarlos al Museo del Holocausto, de Ámsterdam, que está siendo renovado.


Galinka y Jaap se conocieron en 1934 en la Escuela Nueva de Arte de Ámsterdam. El padre de ella, Paul Ehrenfest, era un físico nacido en Austria. La madre, Tatiana Afanassjeva, fue una matemática rusa. Galinka nació en 1910 en lo que hoy es Estonia, y se trasladó a la ciudad holandesa de Leiden cuando su progenitor obtuvo allí una cátedra. Jaap Kloot nació en 1916, y su padre era comerciante. Los jóvenes se hicieron amigos, y en su círculo de conocidos había artistas que colaboraron en la colección de El Pintor. Él había fundado una empresa llamada Corunda, y la aprovecharon para publicar 17 libros en color, poblados de animales salvajes, parajes exóticos y juegos al aire libre que ayudaban a los niños a no desfallecer en medio de la guerra. En 1941, cuando los nazis arrebataron sus empresas y negocios a los judíos, Jaap Kloot dejó Corunda en manos de gente de confianza y siguió adelante con su trabajo de forma discreta. Junto con Galinka, se ocupaba también de buscar escondites para los judíos perseguidos. A pesar de que ellos mismos pasaban las noches en distintos lugares para no ser encontrados, fue detenido en mayo de 1943. Pereció en julio de ese mismo año. El 19 de junio, ella también fue arrestada. Estaba embarazada y la interrogaron en la cárcel durante una semana. Según los documentos del Museo de la Resistencia, de Ámsterdam, “un capitán de las SS, llamado Benno Samel, la ayudó, como había hecho antes con otros, explicando cómo debía contestar al interrogatorio”. De este modo, “ella consiguió hacer creíble una historia falsa y fue liberada el 26 de junio”. Para su desespero, “el bebé nació muerto poco después”. Consiguió que la sacaran del registro de judíos, pero los padres y cuatro de los ocho hermanos de su marido murieron en los campos de exterminio.


Galinka Ehrenfest, que vivió hasta los 69 años, publicó todavía un libro más de la colección de El Pintor. Después de la guerra, se convirtió en una diseñadora de interiores, con especial atención a las habitaciones para niños. Durante su vida, ideó espacios para montar y desmontar, y para que transformaran la fantasía en realidad. Donde pudieran aprender sin imposiciones por parte de los mayores. Con la recuperación de su biografía y la venta de la colección, la magia de El Pintor asoma de nuevo.

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