El mediodía,
engalanado con la pureza
de un sol
apolíneo y derrochador,
entreteje sombras,
las idénticas sombras
que tiempo después pasean
sus vigorosas líneas
entre mis pies
y la comedia del suelo,
donde las hormigas
acampan a sus anchas
acariciando leves
las diminutas
piedras de milenios
y erupciones con lava y vapor.
Está claro
que la tierra fue tierra
antes de mis huellas
y la vida seguirá siendo
vida sin mí.
2 comentarios:
Es todo un acierto, Paco.
Todo es repetición de todo...sol y sombra/vida y muerte.
Tengas una tranquila Semana Santa.
Salud y Paz.
Tranquilidad es sinónimo de felicidad. Que ambas te acompañen. Un saludo.
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