No, yo no trabajo
en una fábrica de armas
ni levanto muros
de cemento armado
o redes de alambre de espino
no, ni se me ocurriría
trabajar en ese ramo
de la construcción
ni soy el brazo de la ley
que trata de llegar al cuello
o a las ropas
de inmigrantes irregulares
cuando tratan de pasar
por encima de esos muros
y alambradas
ni tampoco soy,
en otro orden de cosas,
el gancho, la porra,
el rifle o el arpón
que asesinan a sangre fría
focas, ballenas
o cualquier otra especie
animal que se les ponga
por delante
no, yo no trabajo
en ninguna de esas historias
o en otras por el estilo
no, lo lamento
pero es que odio
profundamente
esa deforme visión de la vida.
2 comentarios:
Totalmente de acuerdo, comparto tu repudio a esos momentos en que el hombre se degrada por dinero y se convierte en verdugo. Muy buen poema!
Saludos y feliz amanecer
Esa pandemia para el planeta causada por un virus llamado ser humano... Tenemos que salvarnos de nosotros mismos. Buen día, amiga.
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