lunes, 27 de marzo de 2023

MICRORRELATOS: EL LOBO


Una vez hablé con un lobo y me cayó bien. Llegamos a estar a un metro de distancia, ambos sentados y mirándonos a los ojos, pero la magia se disolvió cuando sospeché que quería robarme la empanada que llevaba en la mochila. Me puse en pie, cogí un palo y el lobo retrocedió. El miedo se interpuso entre el hombre y la bestia; nunca sabré si aquel diálogo existió o qué diablos sucedió entre nosotros. Tal vez, sin la mente primitiva que me puso en guardia las cosas hubieran sido diferentes. Recuerdo su mirada y me invade la tristeza. Eran los ojos de un amigo. El lobo se introdujo en la espesura y desde entonces, cada vez que disparan a uno de los suyos, siento un vacío en el corazón.

2 comentarios:

Ceciely dijo...

Preciosa historia, emotiva. A veces actuamos impulsivamente, para bien o para mal.
Si los animale hablasen y nos contaran su sufrimiento...

Pacogor dijo...

Nos hablan, lo que ocurre es que no entendemos su lenguaje. Nos hemos alejado demasiado de nuestras raíces para poder entenderlos.