Si tuviésemos que elegir una representación artística de la ternura y el amor joven, la propuesta de 1903 de Bonheur des parents de Jean-Eugéne Buland probablemente no podría ser superada. El título de la pintura se traduce como la felicidad de los padres y representa a una joven pareja con su bebé recién nacido. El escenario es una pequeña habitación de una casa de campo construida en piedra y de aspecto pobre. Es una experiencia nueva para la pareja y podemos ver a la mujer mirando a su bebé mientras lo amamanta. Resulta evidente el cansancio absoluto en los ojos de la joven madre y el nerviosismo en la expresión del padre. Todo es nuevo para ellos y tienen que sobrevivir solos con la crianza de su hijo. Se les ha dado un regalo precioso, pero la existencia es muy dura. Buland con esta pintura inició un período decisivo de su obra en la que decidió reflejar la vida de las clases trabajadoras más pobres.
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