domingo, 26 de febrero de 2023

HISTORIAS MÍNIMAS: LA GRIETA


Con terco sosiego, inadvertida, la grieta se adhirió una mañana a la pared frontal del dormitorio. Cuando la descubrí era solo una mota negra, un poso de sombra. Poco a poco aumentó de tamaño hasta convertirse en acuarela impresionista. A través de su trazo puede verse un paisaje cambiante que, en los días ventosos, deja en el dormitorio arenas y hojarascas, ramas leves y esquejes de rosales. Sobre la pared, la grieta aumenta la longitud de su caligrafía. Concede a mis sentidos la fugaz sensación de abarcar todo. Hoy al despertarme mostraba un trozo de mar.

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