jueves, 8 de octubre de 2015

DOMINGO EN LA CIUDAD






Bajo el cielo
de un domingo
en la ciudad
no hay casi nadie.
Huyen los coches,
la gente,
vacías quedan
las calles
y hasta las entradas
de los hospitales.
El aburrimiento
es el rey de una
larguísima tarde
y sólo hay movimiento
en los centros
comerciales,
donde se cumplen
al pie de la letra
los rituales
de un catecismo
con un lacónico
mandamiento,
el que viene
socialmente concretado
en la tarjeta de plástico...
Apena no encontrarse
con nadie jugando
ante un claro de luna
del día laboral siguiente,
¿con qué sueña entonces
toda esa gente?




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