Qué vacía una vida
si no ha estado
del lado de los humildes,
de qué poco ha servido
de qué poco ha servido
si no ha caminado
de la mano de la libertad
ni ha sentido empatía
con los que duermen
ni ha sentido empatía
con los que duermen
sobre el frío y la cochambre
de la materia putrefacta
de la materia putrefacta
que produce el mundo
que le ha tocado vivir.
Que inútil una existencia
si no ha bebido en la fuente
de las causas justas
y dejado una huella
en el largo camino de la lucha
que otros abrieron
para que tantos seres humanos
puedan escapar de la prisión
de la desigualdad y la injusticia.
Que insensata una conducta
si no es concebida
desde la acción de la conciencia
al servicio de la razón
para estar con los que sufren
el dolor de la casa robada
la infancia desecha
el corazón herido
o el derecho secuestrado.
No hay comentarios:
Publicar un comentario