La historia en desbandada
cubierta de un manto
de falsedades,
la tónica del dinero
convertida en la avanzadilla
que mueve el mundo,
el toque olvidado de la justicia
llenando de inquietud
a las multitudes,
la flor que se marchita
antes de nacer y ya no esparce
ni su color ni su silencio,
las costumbres importadas
pisoteando nuestras raíces,
la cultura olvidada
entre los pozos de un café
tomado en despachos inmaculados,
el tiempo y la vida
como fuentes de todo caminando
hacia una despótica muerte,
el aire que envenena
hasta los mismísimos sueños,
los dueños del futuro
decidiendo impávidos
sobre los humanos y la primavera...
Entre tanta aridez
quién va a ocuparse
de transcribir las penas del alma
y los alborozos del corazón,
cuantos locos seguirán militando
en la opción de la poesía.
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