Yo
sé que estoy vivo
cuando
escucho el rumor
de
mi respiración,
donde
los sonidos
se
concentran
para
diluirse en el vacío,
pero
se necesita algo más...
Con
los años aprendí
que
muchas de las cosas
consideradas
importantes,
mejor
hundirlas en las aguas
y que
duerman para siempre
el
silencio de lo inane.
También
hay que procurar
beberse
silenciosamente
el
elixir de la vida,
y no
perder la oportunidad
de exprimir
un sentimiento
entre
las sombras del círculo
que
nos envuelve.
Sé
que a veces es difícil
estar
pendiente
de
los sueños que nos orlan,
pues
la realidad puede
parecerse
mucho a una pesadilla
y
el dolor nos acecha
detrás
de cualquier esquina:
todos
sufrimos en mayor
o
menor medida
las
embestidas del destino.
Así
que no hay secretos
porque
el oficio que en verdad
debería
definir a un ser humano
ha
de ser embelesarse,
fortalecer
del alma,
escuchar,
mirar, asombrarnos,
respirar
la belleza implícita
en las
infinitas posibilidades
que
la existencia ofrece.
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