La hoguera
de las vanidades
de la política...
Sus trampas sempiternas
Sus poderíos implacables
Sus traiciones ideológicas
Sus amargas deserciones
Sus incontables chantajes
Sus servidumbres inmundas
Su herrumbre mental
Su podredumbre espiritual
Sus cegados búnkeres
Sus infectas zancadillas
Sus cárceles mentales
Sus censores intelectuales
Sus patrañas apologéticas
Sus despreciables traiciones
Sus aspirantes a dictadores
Por eso
es necesaria
la trinchera en la calle
Por eso
es preciso limpiarla
desde el sentido
que le otorga la lucha
mente a mente
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