Sueños de humedades
con augurios de labios
que buscan un cuerpo
de espumas navegando
por mares de suspiros,
axiomática consecuencia
tras olas de caricias
impulsadas con las manos
para que rompan suavemente
en las orillas de un cuerpo
de mujer que las espera...
Y así crear para ella
recuerdos de intemperies
desnudas en la arena
de un lecho estremecido
donde despiertan los vaivenes
del amor acentuado
y se respira el oxígeno
indispensable de los besos.
Son sueños de lunas
acelerando sus pasos
sobre la piel desvestida
que sobrepasan
las señales de lo imposible,
de sales amenazando
con brotar por los poros
y de ganas de flotar
como una promesa
en la lengua de los contornos
hasta que entre los ojos
luzcan las huellas
de ternuras anclando
en los muelles del corazón.
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