Comprendo a esa gaviota
que se extravía tierra adentro
y siente el aire espeso
como un barrunto,
en lugar de respirarlo
cargado de salitre
y aún así lo siente
liviano, etéreo, libre...
Imagino su angustia
Imagino su angustia
ya sin la línea del horizonte
como referencia vital,
porque aunque vuele
llevará enredada en el alma
un ancla hecha con el mar
de sus recuerdos,
llenos de esa naturaleza
que sólo conocen
los que en él han arraigado.
Y puede seguir volando,
eso es cierto...
Pero cargada de nostalgia,
como si de alguna manera
en su corazón el cielo
ya no existiera.
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