Hay que hacer lo imposible
para que la verdad se abra paso
entre tantas mentiras acumuladas
con el paso de los siglos.
Nos hemos acostumbrado
a convivir con ellas
a convivir con ellas
con absoluta naturalidad,
pues el sistema nos las vuelve
incuestionables desde la infancia,
así que las masticamos con calma,
nos las creemos una y otra vez
como si fueran nuestro alimento
y en realidad son la principal arma
utilizada para nuestra derrota.
Hay desandar el conocimiento,
cuestionarse los dogmas
que se refieran a dios o la patria,
la vida, la sumisión o la muerte
hasta llegar a un punto sin retorno
hasta llegar a un punto sin retorno
tras el que sólo la verdad
podrá hacernos libres.
Sólo ella reventará las cadenas
que atenazan nuestras ideas
y no las dejan avanzar
hacia paraísos de amor, utopía
y solidaridad verdaderos.
Hay que rehacer las palabras,
Hay que rehacer las palabras,
vaciarlas del sinsentido
que les está otorgando la historia,
volver a descubrir a los héroes
que nunca quisieron estar
serigrafiados en camisetas,
a los tenaces que renegaron
de medallas y lisonjas,
a los rebeldes que jamás soñaron
con estas resignaciones
tan bien ordenadas y sumisas.
Porque su verdad era otra,
su lucha fue contra un orden social
su lucha fue contra un orden social
que sólo admite vasallajes.
Respiramos cantidades ingentes
Respiramos cantidades ingentes
de mentiras a medias o completas,
falacias enormes y sangrientas
y nos hemos acostumbrado a ellas.
Ya va siendo hora de usar la verdad
Ya va siendo hora de usar la verdad
como arma para esta contienda
y cambiar el curso de la historia.
Los hambreados de la tierra
y cambiar el curso de la historia.
Los hambreados de la tierra
podemos sin duda reescribirla,
y no quedar por siempre marcados
con el estigma de los sometidos.
1 comentario:
Rescatar la verdad entre tanto crecer entre mentiras ...es difícil ..siempre se no escaparan cosas.
Muy interesante lo que dices y sobretodo cargado de razón
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