domingo, 13 de noviembre de 2011

CONSECUENCIA



Se sentía enjaulada, prisionera de una amalgama de sentimientos y deseos que coartaban su independencia y necesitaba rebelarse, hacer algo al respecto.

Decidió volver a verlo para dejar las cosas claras. Discutieron, se amaron, lloraron, durante horas se enzarzaron en una disputa que confrontaba dos maneras de entender el amor que se antojaban incompatibles.

Aquella noche consiguió al fin que él comprendiera y actuase en consecuencia. Meses después lo vio pasar en actitud cariñosa con una desconocida y fue entonces cuando comprendió que una victoria puede saber mil veces más amarga que mil derrotas...

4 comentarios:

laindefensiónaprendida dijo...

Me gusta, me gusta...la ley del embudo que tampoco sea válida para nosotras. A lo hecho pecho.

Pacogor dijo...

No sé... Dijo Charles Chaplin que la vida es como una obra de teatro, pero que no permite ensayos.Por eso, la frase con la que acabas tu comentario suena demasiado dura: Somos humanos, luego erramos. Eso no creo que nos convierta en merecedores del dolor que encima puede ocasionarnos.
Que complicada puede llegar a ser la vida.

laindefensiónaprendida dijo...

Tienes y teneis razón, pero creo que mas a menudo hay que mojarse, tomar partido, opinar y decir las cosas como, por lo menos,a nosotros nos parece que son. Y te digo más, si enseñasemos a la gente a responsabilizarse de sus actos seríamos mejores. Tendríamos mejores economistas y banqueros, por ejemplo. Darwin dijo muchas cosas, entre otras que el cristianismo era una doctrina detestable...que no lo será, pero la confesión, hablando de consecuencias, ha producido muchas veces mucho daño...es un ejemplo.
Un abrazo

Pacogor dijo...

Totalmente de acuerdo en cuanto a los economistas, los banqueros y las religiones. No la espiritualidad, que me gustaría hacer esa distinción. Cuando hablo de religiones me refiero a los monoteísmos...