beberme a empujones
y saciarme este apetito
de justicia, pero no creo:
Parece que no conseguiré
ponerle freno nunca.
Las condiciones objetivas
no conforman nada,
aunque siga convencido
de que existe lo ideal,
esa pócima ineludible
negada por los verdugos.
Aún anidan en los mares
viejos hechizos,
antiguos sacrificios a la Libertad
que contribuyeron
a crearlo todo,
a cada nuevo paso
se derramaba su aroma
en las cosas y las casas
y se encendían fuegos
en los corazones
del claro silencio del amor.
No puedo contentarme entonces
con la respuesta sangrante
de los hipócritas
si detrás de cada mentira
se oculta la llama,
si detrás de este tiempo
maldito en que vivimos
han escondido el que ansío.
1 comentario:
Muy pasional.
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