Quiero vivir
pero contigo,
le dijo.
Y caerían la lluvia
el gobierno
las horas
los imperios
el cabello
las bombas
la economía...
Pero quedó
para siempre
aquél instante.
Y eso valió
por todo.
Reconozco que por mis palabras campan la rabia, la extrañeza, la soledad, las miradas y ausencias... Y muchas veces, el pesimismo. Lo siento, pero no pienso pedir disculpas por la falta de compasión: Si la ocasión lo merece, también se desbordan las mejores emociones.
1 comentario:
Sabías que , para mi, te superas cada día ? Felicidades...Paco.
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