viernes, 4 de junio de 2010

PENSARNOS SOLOS


Esta noche te hablo
de los rencores que tienen las sombras
cuando lentamente
adquieren visos de farola
o recodo de susurros.
Hablo desde un lugar
habitado por el estruendo
silencioso de un gato
caminando sigiloso
en busca de su penúltima aventura;
Así te hablo,
lentamente pero con pasión,
mirándote a los ojos,
vestido por la púrpura del crepúsculo
y en el círculo intangible
en que nos respiramos el uno al otro.
Te hablo de esta manera
porque así es en parte la vida,
un instante, su fugaz fuego,
su nocturna alevosía,
su total deshacer en el aire
que sostiene el alma de una historia,
un zaguán de albas
o una muerte casi pequeña
donde sin saberlo nos pensamos solos.

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